Nueve edificios adyacentes a la panadería que explotó el pasado sábado en el centro de París provocando la muerte de cuatro personas, entre ellas una turista española y dos bomberos, permanecerán cerrados por los fallos estructurales causados por la deflagración, indicó este martes el Ayuntamiento.

La medida afecta a un centenar de habitantes, señaló la Alcaldía en un comunicado, a quienes se propondrá soluciones provisionales de realojo.

Seis de los inmuebles presentan "daños estructurales importantes", "el acceso es peligroso" y "precisan de importantes obras de reforma que pueden durar varios meses antes de que puedan ser habitados de nuevo", señaló.

Otros tres, agregó, están en "relativo buen estado" pero se encuentran junto a los más dañados, y "para prevenir todo peligro" también han sido cerrados.

"Precisan una securización, de una duración de varias semanas, antes de que puedan ser de nuevo habitados", indicó.

Agregó que otros cuatro edificios permanecerán unos días cerrados hasta que se restablezcan servicios como el suministro de electricidad, agua y gas, aunque en este caso los vecinos pueden acceder para recuperar enseres personales.

Por otro lado, el Ayuntamiento de París ha pedido a las aseguradoras que aceleren los procesos de indemnización a los afectados y amplíen su cobertura a la residencia temporal.