El fantasma del terror ha vuelto a sacudir Colombia tras el brutal atentado de este jueves y que se ha saldado con 21 muertos y 68 heridos. Con un país en duelo, las fuerzas de seguridad colombianas han detenido a un hombre de 39 años por su presunta relación con el atentado contra la Escuela de Cadetes de Policía General Santander, en Bogotá, y en el que también habría perdido la vida el supuesto terrorista.

El Ejército, la Policía y la Fiscalía lanzaron una operación conjunta en la capital el jueves por la noche, apenas unas horas después de que explotase un coche bomba en la citada academia. En el céntrico barrio de los Laches, detuvieron a Ricardo Andrés Carvajal, de 39 años, según informa la emisora La FM. Las autoridades sospechan que pudo ser uno de los autores intelectuales de un ataque que aún no ha sido reivindicado por ninguna organización.

El sospechoso fue trasladado a los juzgados entre un fuerte dispositivo de seguridad, a la espera de comparecer ante un juez que decidirá si le mantiene en prisión provisional. El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, ha negado este jueves que algo esté mal en la seguridad de la ciudad y ha hecho hincapié en que ningún lugar del mundo, ni París, Madrid, Londres o Nueva York están libres de sufrir un atentado.

Sobre las 9.30 horas del jueves, una camioneta rebasó los controles e irrumpió en las instalaciones policiales. Minutos después, el vehículo estalló con el conductor dentro a la altura del patio donde suelen celebrarse los desfiles, coincidiendo con una ceremonia de ascensos. El responsable de la explosión ha sido identificado por la Fiscalía General de la Nación como José Aldemar Rojas Rodríguez, al que se le señala como conductor de un vehículo cargado con unos 80 kilos de un potente explosivo, concretamente con pentolita.

TRES DÍAS DE LUTO

Las autoridades han decretado tres días de duelo nacional y han ordenado el fortalecimiento de los controles en las fronteras, así como en las salidas y entradas de las ciudades del país. "No descansaremos hasta capturar y llevar a la justicia al resto de los terroristas involucrados y les notifico a esos criminales que les espera el repudio social, el rechazo de todos los colombianos y la comunidad internacional, y el castigo ejemplar de la justicia", ha manifestado el presidente colombiano, Iván Duque.

Duque ha inspeccionado la escuela de cadetes y desde allí ha dado órdenes a la Fuerza Pública --policías y militares-- para determinar "quiénes son los responsables de este cobarde ataque". El líder conservador ha dejado claro que su Gobierno no dará "ni un paso atrás". "Este demencial acto terrorista no quedará impune (...) Los colombianos nunca nos hemos sometido al terrorismo", ha enfatizado. El partido político FARC, a través de un comunicado y en entrevistas de su líder Rodrigo Londoño, han expresado su solidaridad con las víctimas y con sus familiares.

OTROS ATENTADOS QUE HAN SACUDIDO COLOMBIA

Este atentado se diferencia de otros ataques en el país por su magnitud, pues en los últimos cuatro años han explotado decenas de artefactos explosivos, pero han sido de pequeño alcance. El último atentado con coche bomba fue en 2010 cuando llegó al poder el expresidente Juan Manuel Santos.

El 12 de agosto de 2010, otro coche bomba causó estragos en la sede de ''Radio Caracol'' aunque no se reportaron fallecidos, aunque hubo 9 heridos y fue atribuido a las FARC, que entonces no había iniciado el proceso de paz con el Ejecutivo de Santos. En junio de 2017, hacia las cinco de la tarde se produjo una explosión en el baño de mujeres del segundo piso del Centro Comercial Andino en el norte de la capital y en el que fallecieron tres mujeres y nueve personas resultaron heridas.

Fue en noviembre de ese mismo año cuando la Fiscalía informó de los autores, que fueron detenidos, pertenecían al Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP). En febrero de 2017, a las 10,30 horas de la mañana, otro artefacto explotaba en el centro de Bogotá, en el sector de la Macarena y en el que falleció un policía y al menos 40 personas resultaron heridas. Esta vez, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se atribuyó la autoría del atentado.