El rey emérito de Bélgica Alberto II ha anunciado este viernes que ha presentado un recurso ante el Tribunal de Casación, última instancia en la Justicia belga, para evitar someterse a la prueba de ADN que debe aclarar si es el padre biológico de Delphine Boël.

En un comunicado remitido a la prensa local, el monarca informa de que el recurso contesta la "esencia de las disposiciones" de la demanda de paternidad presentada contra él, lo que incluye la prueba genética para la que la Justicia belga le dio en noviembre un plazo de tres meses para realizarla.

La defensa de Alberto II entiende que este recurso de casación tiene también el efecto inmediato de "suspender" la obligación de someterse a la prueba de ADN, por lo que indica que el rey emérito "no se someterá a la prueba mientras el Tribunal de Casación no pronuncie su fallo".

El Tribunal de Casación puede pronunciarse sobre la forma del proceso -y tumbarlo--, pero no sobre el fondo del asunto juzgado.

En una instancia anterior, la Justicia belga estableció que la mujer --que reclama desde hace años en los tribunales ser hija fruto de una relación extramatrimonial de Alberto II-- no es hija biológica del que figura como su padre, Jacques Boël, y reclamó el test de ADN del padre del actual soberano belga para determinar su filiación.

En 2013, Jacques Boël ya se sometió a una prueba de paternidad con la que se concluyó que Delphine no era su descendiente, pero los tribunales concluyeron que sí era su padre legal, una decisión que fue recurrida por la afectada y sobre la que se ha pronunciado ahora Apelación.