El vicepresidente del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG), José Luis Barrera, duda de que se haya registrado una erupción volcánica en la isla canaria de El Hierro, al mismo tiempo que ha descartado la posibilidad de un tsunami.
En la madrugada del lunes la Dirección del Plan Específico de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico (Pevolca), así como el Gobierno de Canarias informaron de la erupción submarina registrada a unos cinco kilómetros de la costa de la isla y a una profundidad de alrededor de un kilómetro.
En declaraciones a Europa Press, el experto ha advertido de que no está comprobado que haya habido una erupción submarina, si bien reconoce que ha tenido lugar "una anomalía" en el fondo del mar. "Se siguen produciendo terremotos y movimientos de magma. Con ello, el riesgo está emigrando de norte a sur y viceversa. Lo que no está claro es que esos movimientos de magma permanezcan debajo de la tierra o bien haya una erupción submarina", agrega.
Así, ha explicado que los movimientos sísmicos tan continuados en El Hierro no pueden compararse con otras situaciones anteriores porque no se tiene constancia de una crisis de este tipo en las islas. Además, ha resaltado que esta situación puede prolongarse en el tiempo sin erupciones volcánicas, o bien que sólo haya sismos durante un tiempo, o que estos cesen de repente.
"No es necesario que haya más actividad sísmica para una erupción. El magma está buscando una salida y lo ha intentado hacer por debajo del mar. Sigue moviéndose por el norte o por el sur, no se sabe si la encontrará o no esa salida", ha apuntado.
A pesar de que haya peces muertos por los gases disueltos en el agua, según han apuntado algunos especialistas, el experto del Colegio de Geólogos recuerda que hace un día tuvo lugar un sismo de más de cuatro grados en la escala de Ricther y que en otras partes del mundo ya han muerto peces por movimientos sísmicos. "Está comprobado", ha apostillado.
LA ISLA MÁS JOVEN
Barrera ha explicado que la isla de El Hierro es característica por ser la más joven del archipiélago canario y por ello "todavía se está construyendo". Es más, ha apuntado que es "normal" que se registren erupciones volcánicas alrededor de la isla, especialmente en la zona de la Restinga, donde esté martes Pevolca ha decidido evacuar a varias concentraciones de población por precaución.
El experto indica que estas erupciones son corrientes en el entorno de la isla porque en la Restinga hay una cordillera volcánica submarina de 30 kilómetros de longitud. "La isla de El Hierro no sólo es la parte que se aprecia en la superficie, sino que en el mar se prolonga 30 kilómetros y la posible erupción está en esa dorsal", ha agregado.
NO PUEDEN APARECER NUEVAS ISLAS
Como posibles consecuencias de una erupción, Barrera ha señalado que puede aumentar esta cordillera de tamaño, pero descarta la aparición de nuevas islas, como ya sucedió en Islandia en 1963 o bien en las islas Azores en 1957, que tras unos terremotos apareció una nueva isla. "Hay mucha profundidad para que puedan surgir islas del fondo del mar", ha apostillado.
Finalmente, el vicepresidente del Colegio de Geólogos ha querido recordar que la zona de las islas Canarias generalmente padece movimientos sísmicos, como en el Timanfaya en la isla de Lanzarote que durante seis años estuvo intermitentemente con erupciones. "Esta lleva casi tres meses. En cualquier momento puede tener una erupción o bien parar", ha puntualizado.
Este martes, la Dirección Plan Específico de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico (Pevolca) ha decidido este martes elevar la situación por riesgo volcánico en la zona de La Restinga en la isla de El Hierro y declarar la alerta máxima activando el semáforo rojo, según ha informado el director general de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, Juan Manuel Santana.
El director general ha explicado que la elevación del semáforo sólo se da en La Restinga, ya que el resto de la isla continúa en amarillo. Explicó que se trata de una medida preventiva y que se están llevando a cabo los desalojos de la parte baja de la zona a la alta. Habitualmente residen en este área unas 500 personas.