La erupción del volcán submarino de El Hierro puede haber provocado cambios en la cadena trófica marina, pero estos se diluyen en poco tiempo, pues el mar fluye con rapidez, indicó ayer el líder científico de la iniciativa global para la observación de los océanos, Jon Delahaney.

Este tipo de erupciones submarinas han sucedido en miles de ocasiones y continuarán registrándose, ya que se trata de un proceso habitual, según Delahaney, profesor de la Universidad de Washington, quien participa en el XIV Congreso Internacional sobre Teoría y Aplicaciones de Sistemas de Computador Eurocast 2013, que se celebra estos días en Las Palmas de Gran Canaria.

Delahaney destacó la oportunidad científica que suponen fenómenos como el registrado en El Hierro, ya que en esas ocasiones surgen organismos que habitualmente viven en las profundidades marinas y pueden tener aplicaciones en numerosos campos.

Respecto a la posible oportunidad perdida que habría supuesto estudiar la erupción de El Hierro mediante la red mundial de estaciones de observación climática de los océanos actualmente en marcha que él lidera, el científico indicó que no hay tal pérdida, pues los procesos volcánicos son habituales en Canarias y habrá otras ocasiones en el futuro.

Preguntado sobre las prospecciones petrolíferas en el mar y cómo afectan al medio ambiente marino, Delahaney consideró que seguirá habiendo en los próximos años, tal como siempre, pero abogó por buscar fuentes de energía alternativas a los hidrocarburos.

La red mundial de estaciones de observación climática en los océanos que lidera la National Science Foundation cuenta con observatorios conectados globalmente en el mar, con una gran capacidad de transmisión y potencia eléctrica, indicó su director científico durante una rueda de prensa.