La muerte anunciada de la UD Fuerteventura se produjo en la mañana de ayer después de que, prácticamente, desde la pretemporada de este ejercicio se sabía que era cuestión de tiempo, tras ser descendido a Tercera División,
Los majoreros presentaron los pertinentes escritos a la Delegación de Fútbol de Fuerteventura, anexa a la Federación de Fútbol de Las Palmas, en los que confirmaban su renuncia, que por otra parte no tiene desperdicio.
El comunicado dice lo siguiente: "José Juan Santana Tejera, como miembro y con autorización federativa por parte del presidente y de la junta directiva de la UD Fuerteventura, expone que en cumplimiento del Reglamento de la Real Federación Española de Fútbol en el que obliga a los equipos de categoría nacional a alinear a un número mínimo de siete futbolistas con licencia federativa de la primera plantilla y al no disponer de los mismos para lo que resta de temporada ya que nuestro club tiene los derechos federativos bloqueados y no podemos presentar licencias para cubrir las bajas por sanción y lesión de varios futbolistas con dicha licencia. Por lo tanto solicitamos: Como no podemos competir de esta manera, solicitamos la baja de nuestro representativo en el Grupo XII de la Tercera División".
Ese escrito de renuncia a continuar en competición lo corroboró al secretario de la Interinsular, Juan Carlos Naranjo, en calidad de dirigente con "única firma autorizada", dijo. Santana recordó que el anterior presidente inmediato, Manuel Magdalena, había presentado la dimisión.
Lo sorprendente es que cuando el delegado del club se puso en contacto con la Federación para suspender el partido del sábado con el Gáldar, un federativo le dijo a Santana "que se presentará con seis del primer equipo y que los galdenses reclamaran después y así, con este y el siguiente partido, que acaba la primera vuelta, se daba por participado a los majoreros". Ante este hecho se convocó a los futbolistas para entrenar, pero decidieron no hacerlo y que se siga adelante con la renuncia del club a la categoría.