EN1911, año en que aún se puede catalogar en la historia del automovilismo local como incipiente, ya que la cantidad total de "fotingos" que circulaban por Canarias no llegaba a la cifra de doscientas unidades, las previsiones presagiaban un alza paulatina en los mismos.

En nuestro parque automovilístico ya estaban presentes las más diversas marcas de los más remotos países, siendo algunas de ellas únicas, pues sólo se había logrado importar y vender una unidad. En cambio, con otras marcas, este fenómeno no se produjo, y así es como podemos comprobar a más de un dinámico y osado importador materializar la venta de varios coches, incluso en el mismo ejercicio económico, circunstancia que hoy en día le da más valor a su gestión empresarial. En el artículo de hoy traemos a EL DÍA una marca francesa que gozó de un prestigio mundial no sólo por la fiabilidad de su mecánica, sino también por el refinamiento en el diseño de sus carrocerías. La fábrica Chenard & Walcker, fundada en 1901 y finalizada la construcción de automóviles en 1946, cuenta en su haber con infinidad de modelos que satisfacían al más exigente de los conductores.

En Canarias, su representante fue José Clavijo Torres, incansable empresario, quien hizo una admirable gestión con los Chenard & Walcker, pues son varias las unidades que figuran dadas de alta en nuestro censo local, reflejo de su tesón y fe en estos nuevos "fotingos". El primero de los que vamos a mencionar hoy es el TE-87, matriculado el día 27 de febrero de 1911 a nombre de Rafael González Díaz, agricultor y exportador de frutos. La foto que ilustra este artículo corresponde con entera seguridad al mismo, pues en el pie de foto que se publicó en la revista "La ilustración universal" dice que corresponde al instante en que por culpa de una avería se detiene el "fotingo" e incluso menciona a las personas que en ella aparecen, siendo estas de izquierda a derecha las siguientes: Adalberto Benítez, José Clavijo Torres, Rafael González Díaz y el redactor de la revista Ricardo Fuentes. Aunque el relato continúa e incluso detalla el lugar de la avería, nuesrtra hipótesis es que más bien se trataba de una demostración que en aquel día realizaba a Clavijo a su futuro cliente González Díaz. Por lo visto y a pesar del "mal trago" que le hizo pasar el Chenard and Walcker con su ya famosa "panne" (avería) a su vendedor, la venta se materializó felizmente en la fecha antes indicada. Años más tarde, a este "fotingo" le asignaron las placas de TF-52. Esto último es más bien una hipótesis o deducción matemática, ya que carecemos de documentos para confirmar la misma.

Otros de los Chenard & Walcker de los que poseemos fotos corresponden al TE-140, provisto de un motor de cuatro cilindros de 12,5 hp dado de alta el día 31 de octubre de 1913 a nombre de Andrés Rodríguez Méndez. Al igual que el TF-87, ambos vinieron carrozados en phaeton para cinco pasajeros. Tras el obligado cambio de siglas en 1926 este ejemplar queda señalado con la TF-63. Para desgracia y desconsuelo de los aficionados a los "fotingos", ningún vehículo de los de esta marca lograron llegar a nuestros días.