"No sé quién ha decidido ficharlo, pero puedo asegurar que ha acertado". Así reaccionó ayer el ex portero del Tenerife Carlos Fernando Navarro Montoya cuando se enteró que Sebastián Dubarbier estaba de camino a la Isla. Para "El Mono", el primer refuerzo de invierno del club blanquiazul no es ningún desconocido. De hecho, lo tuvo como compañero en dos equipos, Gimnasia y Esgrima de La Plata y Olimpo de Bahía Blanca, los únicos en los que el futbolista perteneciente al Lorient francés compitió en Argentina antes de iniciar su aventura europea en 2008.

"Es un jugador muy interesante y va a rendir mucho en el Tenerife", afirmó Montoya antes de dar una detallada descripción del perfil de Dubarbier. "Es zurdo y juega por toda la banda izquierda, aunque empezó siendo delantero. En Argentina jugó muchos partidos de lateral-volante, o sea que defendían tres en el fondo y él cubría todo el lateral izquierdo. Además, tiene un buen disparo y llegada, y posee una gran dinámica, mucho recorrido y una gran capacidad aeróbica".

El que fuera guardameta blanquiazul en las campañas 1998/99 y 1999/00, destacó también que Sebastián "es un gran profesional, es alguien que entrena como juega, con una gran intensidad, y es un chico muy inteligente, intelectualmente muy bien preparado".

Carlos Fernando no ocultó su sorpresa por la falta de minutos en la competición que provocaron la salida temporal de Dubarbier del Lorient, aunque igualmente apuntó que "muchas veces los cambios son traumáticos". En ese sentido, recordó que el jugador natural de La Plata necesitó "un proceso de adaptación" al pasar primero de Argentina a Rumanía, donde militó en el Cluj, y luego marcharse a Francia. "Sucede que las instituciones y los entrenadores no siempre entienden eso y abren un juicio prematuro. Me parece que es normal que un jugador necesite un tiempo de adaptación y seguramente en Tenerife ese proceso será menor, porque no tendrá la barrera difícil y a veces infranqueable del idioma, y él se va a sentir ahí muy cómodo, dado que es un lugar precioso para jugar y es un equipo con historia. Además, va tener mucha gente detrás que lo va a ayudar".

Por estas razones, Navarro Montoya entiende que Sebastián conseguirá amoldarse rápidamente a la competición española. "Se tendrá que adaptar primero a sus compañeros y asimilar lo que quiere el entrenador. Además, llega a una Liga muy competitiva. Pero este cambio le va a venir muy bien", sostiene el mítico portero, seguro de que su ex compañero conectará con su nueva afición, ya que "se trata de un jugador que transmite. El público se va a sentir encantado por cómo se prodiga. Tiene una gran capacidad aeróbica, va y viene constantemente, nunca se da por vencido y además de ser talentoso tiene condiciones físicas. Creo que a la gente le va a gustar".

En definitiva, Navarro Montoya considera que la adquisición de Dubarbier "es un acierto", aunque no olvida que "el fútbol es un deporte colectivo y él tendrá que insertarse en una coyuntura que, hoy por hoy, no es la mejor. Me imagino que el Tenerife fue conformado para pelear el ascenso y ahora está luchando por salvar la categoría. Eso no es algo fácil de sobrellevar, pero la plantilla tiene calidad. Ojalá ahora puedan levantar el vuelo y que obtengan resultados para tranquilizarse y solventar este primer desafío de salir de los puestos bajos de la tabla".

Fernando, retirado de la práctica del fútbol en 2009 con 42 años de edad, seguirá la trayectoria de su amigo desde Madrid, donde dirige con resultados "excelentes" una escuela de porteros que lleva su nombre, es comentarista en medios de comunicación y se prepara para iniciar su carrera como entrenador.