El pabellón gerundense Fintajau dictará sentencia. Tras igualar a dos la eliminatoria de cuartos de final con el Girona de Ricard Casas, el Isla de Tenerife Socas Canarias se jugará en cancha rival su última opción de meterse en los "play-offs" de las semifinales de ascenso a la Liga ACB.

La cita está señalada para las 18:00 (hora canaria), con arbitraje de Miguel Ángel Zurita y Juan Pedro Morales.

Las sensaciones en el vestuario aurinegro son muy buenas, conscientes jugadores y técnicos de que la oportunidad que se les presenta no se les puede escapar. Hay ganas por demostrar que lo acontecido en las dos anteriores visitas a Fontajau fueron sendos "accidentes deportivos" y que el verdadero potencial del Isla de Tenerife Canarias fue el mostrado en el Santiago Martín.

Será el partido en el que el catalán Albert Sabat deberá ofrecer su mejor versión, una asignatura que tiene pendiente, pues en el primer y segundo partidos el juego del base no rayó al nivel acostumbrado.

También serán determinantes para este quinto partido que el trabajo defensivo ofrezca una gran intensidad, concentración, convirtiendo la zona en un auténtico búnker en el que los Labbate, Ortega y Kedzo no tengan demasiadas opciones de impedir la captura de rebotes y, con ello, la rápida salida hacia la "pintura" catalana.

Hay que insistir en la necesidad de crearles serias dificultades a hombres del potencial ofensivo como Levi Rost -su espalda sigue jugándole malas pasadas-, Jiménez o el propio Nacho Ordín, si bien poca trascendencia tendrá para el desarrollo del choque si el base se vuelve a salir en sus números pero se quedan en güarismos bajos al resto del plantel.

Ricard Casas y Alejandro Martínez no necesitan ver los "scoutings" de sus rivales después de seis partidos -incluyendo los dos de la fase regular- para saber cómo minimizar, o al menos intentarlo, a su rival.

El Girona saldrá inicialmente con Ordín, Jiménez -si evidencia molestias optará de nuevo por Pino-, Rost, actuando dentro con lo poco que tiene, Pep Ortega y Labbate.

Los aurinegros, con más profundidad de banquillo y con hombres curtidos en mil batallas, saben que la consigna para protagonizar la hazaña de levantar un 0-2 pasa por la defensa. Sabat será el base en el salto inicial, con Richotti y Heras en posiciones exteriores, con Guillén y Chagoyen dentro. Desde el banquillo saldrán, con toda las garantías posibles, Fotios Lampropoulos, Iker Urreizti y Nacho Yáñez. Lamentablemente no se puede hacer uso de estos calificativos en los casos de Gansey y Reichel, no así de Serrano, capacitado para asumir minutos de descanso para sus compañeros.

La directiva del Girona y los dos periódicos del lugar tratan de calentar el ambiente para convertir en una caldera el pabellón de Fontajau y así presionar a árbitros y rivales.

Ver un lleno será una sorpresa entendiendo que a esa misma hora se juega el Barcelona-Español y la final de la Final a Cuatro de la Euroliga, opciones ambas que también se pueden seguir por televisión.

La afición tinerfeña es optimista, con integrantes del plantel que han comentado estar seguros de superar la eliminatoria y meterse en las semifinales.