Después de una semana agitada por el despido de García Tébar y la elección del técnico del filial, Quique Medina, como sustituto -el tercero que se sienta en el banquillo blanquiazul esta campaña-, al fin vuelve la Liga. Y lo hace con un partido lleno de atractivos, no solo porque marca el inicio de una nueva etapa, con el debut de un entrenador a falta de cinco jornadas para el final de la fase regular, sino porque medirá al Tenerife con un rival directo, un Lugo que ocupa el segundo puesto de la clasificación con solo un punto más que el conjunto insular y también con un encuentro menos. Ya con el Castilla fuera de su alcance, adelantar al equipo gallego es ahora el principal reto para el Tenerife en su intento de clasificarse para los "play-off" en la posición más alta.

Medina ya tiene "once" para su estreno. Lo mostró en la práctica de ayer. Tal y como advirtió, no romperá la base que existía. La estructura defensiva es la que utilizaba Tébar, con Pablo Sicilia y Tarantino disponibles tras cumplir una jornada de suspensión. En el centro habrá un único pivote, Marcos Rodríguez, y un volante creativo, Víctor Bravo. A los lados, Kike López, ya restablecido de las molestias que sufrió esta semana, y Ferrán Tacón. Y más cerca del área rival, el mediapunta Luismi Loro y el delantero Jorge Perona.

Entre los suplentes no estarán ni el sancionado Kiko Ratón ni los lesionados Chechu Flores, Kitoko y Ayoze Placeres, mientras que el canterano Sandro parte con opciones de ser citado por primera vez.

Por su parte, el preparador del Lugo, Quique Setién, pierde a dos habituales titulares, el defensa Víctor Marco y el interior zurdo Isma -serán relevados por Garrido y Luismi- y recupera al mediocentro ofensivo Monti. Si bien el Tenerife viene de caer en el campo del Celta, la escuadra rojiblanca lo hace de recibir cinco goles en su estadio ante el líder, el Castilla.