Justamente cuando se superó el ecuador de la competición de los Juegos Europeos de Policías y Bomberos arrancó el fútbol sala. La Orotava brindó sus instalaciones para que los futbolistas pudieran disfrutar de este deporte.

Debido a la gran cantidad de equipos registrados (un total de 15), la fase de grupos se extendió desde primera hora de la mañana hasta la noche. En esta primera ronda, que se desarrolló como una liguilla clasificatoria, los conjuntos inscritos estuvieron distribuidos en tres grupos de cinco, de los que solo pudieron pasar los primeros, los segundos y los dos mejores terceros de cada uno.

En la jornada matinal de esta modalidad se disputaron ocho encuentros en el coqueto pabellón municipal Celestino Hernández de La Perdoma. Mucha intensidad y goles marcaron el transcurso de la mañana y los empates brillaron por su ausencia. Además, fueron despuntando los primeros favoritos a llevarse el torneo. La Policía Local de Arteixo y la Brigada de Bomberos de Polonia ganaron con solvencia sus enfrentamientos y se posicionaron como firmes candidatos a las medallas.

Ya por la tarde continuó la maratoniana jornada de fútbol sala. Mientras que el grupo C se tuvo que desplazar hasta el pabellón de El Quiquirá, el A y el B permanecieron en el mismo recinto de por la mañana.

En la mayoría de los choques de estos últimos equipos, pese a alguna sorpresa, transcurrieron de forma lenta, como si les pesaran las piernas a los jugadores. La anécdota positiva la protagonizó la Policía Militar de Brasil, que asistió a la cita como invitada. En todos sus partidos consiguió hacer del fútbol sala una fiesta.

Por el contrario, la nota negativa la pusieron aquellos jugadores (una minoría) que con muy mal perder increparon al árbitro, lanzaron duros insultos a sus rivales e, incluso, tiraron alguna que otra botella al campo de juego. Sin duda, gestos que no son achacables a una derrota.