"Cinco de seis". "Belda, V de la Vuelta a Tenerife". "Llegó, vio y venció". "Otro paseo de un Belda que hace historia". "Triunfo sin despeinarse". El lector puede elegir el titular que prefiera pues los cinco hacen justicia con el espectáculo que ha brindado al ciclismo José Belda, el jefe de filas del conjunto valenciano Gsport, que dirige Antonio Llopis.

Ayer, en la última etapa y a pesar de tener una ventaja superior a los 4 minutos sobre Oleg, segundo, el dorsal 1 volvió a dar una lección de autoridad. Se mantuvo en el pelotón, siempre escoltado por sus compañeros de escuadra y cuando la carretera se empinó, en El Boquerón, impuso su marcheta ganadora, decidido a acabar la Vuelta 2012 como la empezó el jueves: "matando".

Solo le aguantó la rueda uno de los animadores, el italiano Daniele Dall''oste, quien se llevó de Tenerife el premio de la victoria en la etapa que acabó en La Laguna.

Pero Belda y Dall''oste no fueron los únicos en lucirse ayer. William Aranzazu, del Cafemax -mejor equipo de la prueba-, rodó 55 de los 65 kilómetros en solitario, con diferencias que alcanzaron el minuto en algún tramo de la carrera. Saltó en la autopista y puntuó primero en la meta volante de Santa Úrsula, en el esprint especial de Tacoronte... Solo le faltó algo de ayuda de sus compañeros para frenar al pelotón, pero impedir que un genio en la bici como Belda salte cuando lo desee es tarea complicada.

Fue una pena porque William se merecía, por su excelente trabajo en solitario, saborear el premio de entrar victorioso en La Concepción. El esfuerzo lo pagó en El Boquerón, donde perdió 1:19 en apenas 10 kilómetros.

El grancanario Marcos García, del Loro Parque, que rodó en compañía de su compañero Vicente González, entró en decimotercera posición, a escasos 39 segundos.

"La Vuelta 2012 ha muerto. ¡Viva la Vuelta 2013!". Este mensaje tiene destino: las instituciones tinerfeñas y las firmas patrocinadoras. Se hace necesario proteger una prueba deportiva tan emblemática y con gran repercusión en el pedal nacional. Y hay fórmulas para luchar contra la crisis. Dejarla morir sería lamentable.