El Camino de Las Peras se queda como está: el Ayuntamiento de La Laguna descarta partir en dos la senda deportiva

La solución a los problemas de tráfico, en lugar del doble sentido de Concepción Salazar, pasa por "una reordenación a través del Camino Cañaveral una vez se materialice la adquisición de los terrenos del acuartelamiento del Cristo"

Un vecino hace deporte en el Camino de Las Peras de La Laguna.

Un vecino hace deporte en el Camino de Las Peras de La Laguna. / Andrés Gutiérrez

El Ayuntamiento de La Laguna descarta finalmente el doble sentido en un tramo de la calle Concepción Salazar. Lo comunicó Badel Albelo, edil de Deportes, a los vecinos que habían formado una plataforma precisamente para oponerse a esta medida anunciada hace un mes y medio por el Consistorio para acabar con los problemas de tráfico de la zona de Las Peras.

El colectivo vecinal, denominado Salvar el Camino de Las Peras, entendía que el doble sentido en la calle Concepción Salazar iba a provocar que el tráfico dividiera en dos la popular senda deportiva y restara atractivo a un espacio que reúne cada día a cientos de laguneros para hacer ejercicio. «La prioridad ahora mismo es mantener el Camino de Las Peras, este espacio emblemático del deporte lagunero, como está, protegiendo el entorno como lugar de ocio y de práctica deportiva», aclaró Albelo.

Es la primera vez que el Gobierno lagunero asegura categóricamente que renuncia al doble sentido de Concepción Salazar. Lo hizo a través de un comunicado de prensa en el que el concejal de Deportes deja claro que «el criterio vecinal ha sido fundamental» para adoptar esta decisión.

La solución no es novedad: ya la anunció el grupo de gobierno (PSOE-CC) en el último pleno, celebrado el pasado jueves : «Reordenaremos el tráfico a través del Camino Cañaveral, una vez se materialice la adquisición de los terrenos del acuartelamiento del Cristo y se pueda garantizar en esta vía la seguridad de los viandantes».

Varios vecinos hacen deporte en el Camino de Las Peras de La Laguna.

Varios vecinos hacen deporte en el Camino de Las Peras de La Laguna. / Andrés Gutiérrez

Albelo subraya que «el compromiso» del Ayuntamiento es «el de la total protección del entorno del Camino Las Peras». «Muestra de ello es la próxima ejecución que está prevista para la zona con la reposición de tierra a lo largo del camino, el cambio de los aparatos biosaludables por unos de calistenia, la instalación de una carpa que permita resguardarse tanto de la radiación solar como de la lluvia y la reapertura del baño, que ofrecerá un servicio extra a los deportistas», matiza el edil socialista.

La solución planteada pasa por que el Ministerio de Defensa ceda finalmente los terrenos del cuartel del Cristo para que pasen a ser suelo público. El Cabildo de Tenerife han reactivado las negociaciones con Defensa para intentar cerrar la cesión de este y otros dos acuartelamientos: Ingenieros-La Cuesta y Ofra-Vistabella. La presidenta insular, Rosa Dávila (CC), informó el pasado 29 de febrero de que ya habido un contacto con el Ministerio.

La solución planteada pasa por que el Ministerio de Defensa ceda finalmente los terrenos del cuartel del Cristo para que pasen a ser suelo público

Ya existía un protocolo firmado entre el Cabildo y Defensa en enero de 2019 para la cesión del Cristo y que pase a ser de uso civil. El documento fue rubricado por Carlos Alonso, en ese momento presidente de la Corporación, y la por entonces ministra de Defensa, Margarita Robles. Durante este tiempo ha habido algunos contactos pero la operación no se ha cerrado.

En la reunión con los vecinos, Badel Albelo también confirmó el descarte de una de las opciones que se había barajado, el cambio de dirección en la plaza del Cristo y la prolongación de Quintín Benito. El concejal entregó a la plataforma el informe de la Policía Nacional que desestima esta opción por motivos de seguridad municipal. El concejal destaca la «buena sintonía» con la plataforma ciudadana, a la que trasladó que «cualquier acción futura tendrá en cuenta su opinión, así como la del resto de vecinos y vecinas de la zona y de los deportistas que allí acuden a practicar deporte».

El camino de Las Peras como zona arbolada y de esparcimiento dio sus primeros pasos a finales del siglo XVIII. Fue un proyecto complejo, innovador en aquella época y no exento de dificultades. Así se desprende del trabajo Aproximación histórica al paisaje vegetal del Camino de Las Peras (La Laguna, Tenerife), publicado en 2012 por Antonio García Gallo y Francesco Salomone en el número 56 del Anuario de Estudios Canarios. El artículo pone de relieve que constituyó «la primera propuesta de alameda pública de las Islas Canarias y la primera iniciativa de creación de un lugar de asueto fuera del casco histórico de la ciudad».

Una mujer hace deporte en el Camino de Las Peras de La Laguna.

Una mujer hace deporte en el Camino de Las Peras de La Laguna. / Andrés Gutiérrez

El artículo realiza un recorrido por la historia del enclave y de su vegetación. «En la actualidad, este camino se ha convertido en uno de los espacios de ocio y residenciales más importantes de La Laguna, nexo de unión a su vez con varios lugares de interés, como son el parque de La Vega, el parque deportivo, Los Lavaderos y la plaza del Cristo», apuntan en el texto Antonio García Gallo y Francesco Salomone, profesor de Botánica de la Universidad de La Laguna y doctor ingeniero agrónomo, respectivamente.

El camino de Las Peras como zona arbolada y de esparcimiento dio sus primeros pasos a finales del siglo XVIII

«En este lugar se llegaron a proyectar y hasta ejecutar, entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, tres proyectos de alamedas con el fin de dotar a La Laguna de un espacio de paseo, siguiendo la expresión urbana de la época en otras ciudades, para el disfrute fundamentalmente de su burguesía», indican García y Salomone citando a Carmen Gloria Calero.

El primer proyecto data de 1780. «Para llevar a cabo esta obra, que iba a recibir el nombre de Alameda del Prado de La Laguna o Alameda del Tanque Grande (en alusión al gran depósito de recogida de aguas que se situaba en este lugar), se explana el lugar, se trazan las calles (dos laterales y una central más grande y elevada), se abren las zanjas para plantar los árboles y se construye un gran asiento al final del paseo, en la cancela, conocido como el canapé grande (posteriormente se procede a la construcción de otros asientos o canapés laterales)», recoge el artículo.