Ana Afonso ha denunciado que en el Ayuntamiento de Tegueste se está dando un caso de presunto tráfico de influencias, "dando puestos de trabajo a dedo, por lo que lo ha denunciado en el Juzgado".

La afectada contó que su padre, Amaro Martín, llevaba la cantina del campo teguestero de fútbol Los Laureles desde hace 8 años. "Y ahora -dijo- el ayuntamiento ha desalojado el local, cumpliendo la sentencia del Juzgado, pero no de forma correcta. El consistorio actuó antes de llegarnos la sentencia y se nos citó un día en el local, y lo que hicieron fue cambiar la cerradura y quedarse con nuestras pertenencias, que superan los 60.000 euros".

Ana Afonso explicó, con documentación en mano, que el 26 de noviembre el Juzgado de los Contencioso Administrativo nº 4, emitió un auto donde dice que se proceda al desalojo. El día 29, según la afectada, "el alcalde me remitió un decreto el 27, diciendo que se iba a proceder al desalojo, cosa que no hicieron de forma correcta".

Sobre la mercancía y material que había en su interior, Ana Afonso precisó que "no se nos ha entregado, dicen que está en un salón, y lo único es que el inventario que hace el ayuntamiento no se corresponde con el nuestro. Por ello hemos denunciado el hecho, y pedirnos que seamos indemnizados por la forma de proceder y por faltarnos muchas cosas".

La sentencia determina que se proceda a la recuperación de la cantina por el ayuntamiento, "con la consiguiente retirada de las pertenencias del ocupante", las cuales, apuntó Ana Afonso, "no se hizo en nuestra presencia".

La afectada aportó el escrito remito al alcalde de Tegueste, en el que denuncia que el "desalojo de la cantina se llevó a cabo el día 2 de diciembre, incumpliendo el ayuntamiento su propio decreto de 2561, en el que se dice que la actuación en dicho local se realizaría el día 1. Además no fuimos avisados para estar presentes".

Ana Afonso denunció que "todo esto se debe a intereses personales, es decir, quitar a una persona para poner a un amigo o familiar".

La afectada ha denunciado que "un hermano de la teniente de alcalde, conocida como Mello, está trabajando en el ayuntamiento, y que la hermana tiene el centro cultural de Pedro Álvarez, que no fue precintado en ningún momento. Se le traspasa a su marido el bar Tegueste, cuyo propietario era don Santiago, al que el Ayuntamiento de Tegueste le quiere dar ahora la cantina. Y para rematar este asunto, el ayuntamiento deja parado a Eduardo (mi cuñado) después de estar trabajando ocho años como conserje en dicho municipio, sin que se cumpla la fecha de finalización del contrato y dicho puesto lo ocupa hoy el cuñado de la teniente de alcalde. Y yo me pegunto: ¿Todo esto es causalidad o una supuesta mala fe por parte del ayuntamiento".