La Laguna está siendo visitada en los últimos años por un turismo que busca principalmente el admirar el patrimonio histórico-artístico de la ciudad. Pero a ello se unirá otro atractivo más, como será la apertura del Museo de Historia Natural e Instrumentos Científicos de forma permanente, cuya importancia ya elogió en 1825 el afamado naturalista y estudioso francés Sabino Berthelot.
El concejal de Turismo del Ayuntamiento de La Laguna, Miguel Díaz Llanos Cánovas, como conocedor del citado museo, ha dicho que “una ciudad como la nuestra, que es Patrimonio de la Humanidad, no podía permitirse el lujo de tener cerrado un museo que es uno de los más completos de Canarias, con unos fondos procedentes de donaciones, recolecciones de los profesores del ayer del instituto o adquisiciones realizadas en lugares como Madrid o París”.
Sabino Berthelot destaca que el “Gabinete de Historia Natural formaba parte de la biblioteca, y que había en él animales monstruosos, minerales, aves disecadas, algunas conchas y los restos de un guanche”.
Pero ese fondo se fue ampliando con el paso del tiempo hasta tal punto que en 1847 los fondos poseían un cajoncito con minerales, dos más de conchas y caracoles y mandíbulas de peces, cuernos de carneros y gacela, un asta de ciervo, una sierra del pez de su nombre, un colmillo de elefante, un pez tamboril, huevos de avestruz, una momia guanche, una piedra de molino y una olla aborigen.
Pero a principios de 1900 la colección aumenta de forma importante con donaciones como la de Anatael Cabrera, alumnos y ex alumnos, bedeles y naturalistas extranjeros como Buchard o Rudolf von Tanner.
El material del museo
La naturaleza de los materiales que componen el Gabinete de Historia Natural del Cabrera Pinto es en la actualidad muy variada y difícil de enumerar por la gran cantidad de elementos que posee.
Pero para hacerse una idea de lo que el público y turistas en particular podrán ver en este museo podemos decir que en el apartado de mamíferos sobresalen ornitorrincos, un canguro, un lemur, un orangután, un oso hormiguero, un tití leonino, una cría de león, una marmota y un castor.
La colección de aves supera los 150 ejemplares, donde se unen especies de relieve como el endémico pinzón azul del Teide con el abejarruco papirrojo, que constituye la primera cita en el Archipiélago de esta especie.
De los reptiles cabe destacar las serpientes anaconda y la culebra, las iguanas y los grandes lagartos canarios.
El Museo del Cabrera Pinto se completa con 1.800 insectos canarios, un herbario formado por 100 pliegos de plantas recolectadas en el Archipiélago y 56 cajas didácticas con procesos biológicos.
La colección de Instrumentos Científicos, Máquinas y Herramientas la forman piezas del siglo XVIII y la mitad del XX, como la máquina eléctrica de disco tipo Ramsden, una prensa hidráulica, una bomba para la producción de vacío, una sembradora mecánica o un anemocinemómetro de 1950, utilizado en el pasado para medir la velocidad y la dirección del viento.