La romería de Tegueste se celebra el próximo domingo y lo quiere hacer este año con una llamada de su alcalde, José Manuel Molina, a aumentar la autenticidad. Pero la gran noticia para dicha Villa, para Tenerife y para Canarias toda es que su antigua Danza de las Flores, única en su estilo, cumple cinco siglos y sigue viva, alegrando a todos con su ancestral ritmo del tajaraste y siendo la única cuyos bailarines no están unidos al palo de la danza con cintas, sino con arcos de flores.

La danza de las flores está llena de recuerdos que miman mucho los herederos de José El Tamborero, alma mater de esta joya del folclore musical canario.

La danza también la han relacionado con promesas como cuando la peste azotó Tegueste y usa hoy flores de plástico, pero antaño eran de tela y más atrás en el tiempo naturales. Los bailarines cubren sus cabezas con sombreros con flores enredadas junto a plumas. En la parte superior del palo de donde parten los arcos se alza un ramo de flores. Los bailarines tocan castañuelas al son del tambor. Y un día entró en la danza una mujer, Carmen González, para seguir la tradición de su padre. Los bailarines van impecables, vestidos con sus camisas y pantalones de color blanco.

Símbolo de identidad

La Danza de las Flores es una de las reliquias que Tegueste ha sabido mantener como uno de los símbolos señeros de su identidad.

Su existencia se documenta desde el siglo XVI y su baile no se ejecuta ni con cintas, como sucede en Güímar, Fasnia, La Mercedes o La Orotava, ni tampoco con varas, que son propias de la comarca de Abona y arraigadas en los barrios granadilleros de Chimiche y Las Vegas. Tan sólo en la Villa de Tegueste se ha conservado con arcos y desde aquí, en el pasado siglo, se trasladó por un teguestero a Guamasa.

Sobre el ritmo del tajaraste de la danza de las flores, los estudiosos destacan que se le relaciona con antiguos ritmos populares de tambor y, en particular, con el de una danza barroca europea llamada precisamente "le tambourin".

La confección de la decoración de los sombreros y arcos ha sido realizada, artesanalmente, por los propios integrantes de la danza y, además, utilizando los mismos procedimientos que sus antepasados.

En ella sigue vivo el recuerdo y la escuela creada por José González Hernández, "El Tamborero", su director por espacio de más de 60 años. Actualmente su hija Carmen González, es la directora y los 19 componentes que la integran son todos miembros de la familia de "Los tamboreros".