En un tono mucho más distendido que en otros debates presupuestarios o en múltiples mociones precedentes, el pleno del Ayuntamiento lagunero aprobó ayer, con los votos favorables de CC y de la edil no adscrita y ex del PP, Soledad Olano, la abstención de los otros dos concejales populares y el rechazo del PSC, los presupuestos para 2011. Unas cuentas que, eso sí, vuelven a evidenciar las claras diferencias que separan al gobierno y a la oposición socialista sobre su contenido, la forma y el momento de aprobarse (tres meses y medio después de lo recomendado).

Los discursos del edil de Hacienda, Juan Antonio Alonso, y del portavoz socialista, Gustavo Matos, parecieron reeditar debates sobre la misma materia, aunque sin el apasionamiento o la tensión de los anteriores. Alonso insistió en su mensaje durante la presentación de las cuentas hace una semana y reiteró que es el "mejor presupuesto posible", calificándolo de "equilibrado, austero, responsable, realista, prudente, solidario y con un carácter eminentemente social".

Matos puso mucha énfasis en su primera intervención en el retraso de la aprobación y se preguntó por qué no se analizaba ya el estado de ejecución de unas cuentas que, aunque se aprobaran ayer, ya han sido utilizadas durante el primer trimestre. Asimismo, lamentó que no hubiesen tenido más tiempo para analizar el contenido y repitió su mensaje del pasado miércoles, al calificar el proyecto económico de "ficticio y fantasma". Entre otras cosas, le reprocha a CC que dé por hecho un crédito de 5,7 millones que aún debe ser respaldado por el Ministerio de Hacienda, así como que los ingresos por multas pasen en un año de 845.000 a 1,2 millones de euros (un 41% más), que lo ingresado por drogas suba de 237.000 a 775.000 o que, por alcohol, el incremento sea ya del 1.381%, al pasarse de 19.440 euros a 288.000.

En su opinión, se trata de unas cifras nada creíbles que sólo prueban que se ha buscado que cuadren como sea al principio, para luego recurrir a las modificaciones o expediente extrajudiciales de crédito que sean necesarios.

En su réplica, Alonso lamentó que el portavoz socialista no le escuchara las causas del retraso que había dado al principio de su intervención (esperar a la ejecución del presupuesto anterior para incluir las correcciones procedentes en el Plan Económico Financiero, los presupuestos generales del Estado, los cambios legales sobre endeudamiento, las cuentas regionales o la cifra del Fondo de Financiación Municipal). Además, le censuró que no analizara el contenido en sí del proyecto ni hablara de partidas concretas o de que se duplica la inversión local, así como que dude de unos cálculos de ingresos por multas y otras materias "elaborados por técnicos". A su juicio, lo peor es que, "de nuevo", se evidencia su "falta de alternativas y propuestas".

Antes de este intercambio, el portavoz del PP, Rafael Becerra, también censuró el escaso tiempo (5 días hábiles) para analizar 1.870 folios y, como Matos, que no se cuente con la oposición para buscar consensos. Asimismo, alertó de la "decreciente" capacidad local para crear recursos y captar ingresos, que el plan de inspección de fraudes "apenas haya reportado un 1% de lo que se recauda" o que el pago de la deuda suponga "más de la mitad de los ingresos corrientes". Asimismo, criticó que, proporcionalmente, las partidas de Alcaldía, Fiestas o Planificación bajen mucho menos que las de Sanidad, Educación, Recursos Humanos, Seguridad, Servicios, Juventud o Cultura. Eso sí, alabó la contención del gasto corriente y de los impuestos.

Alonso le aclaró luego que el plan contra el fraude superó las propias previsiones y lo calificó de "rotundo éxito". Al final del pleno, la edil socialista Silvia Maestre lamentó que Fiestas y Cultura cuenten ahora con la misma partida en un lugar como La Laguna.