La imagen de La Milagrosa que se encuentra colocada en la plaza de San Cristóbal será restaurada en breve a los 51 años de haber sido colocada en dicho lugar, ya que presenta un grave deterioro por el paso del tiempo y las condiciones atmosféricas y la polución por el continuo transcurrir del tráfico.
Esta actuación ha sido calificada de altura porque los técnicos repararán la obra escultórica sin bajarla de su columna donde está asentada, sino "in situ", para lo cual se empleará una grúa de gran alcance para llegar a los más de 8 metros donde está la Virgen.
Esta obra la acometerá el área de Patrimonio del Ayuntamiento de La Laguna, cuya concejal responsable, Cruci Díaz, ha dicho que el primer paso ha sido un reconocimiento de la imagen, a la que le faltaba un trozo de la corona, que en su día cayó en la base superior, aunque jamás cayó al suelo a pesar de los vientos y tormentas de los últimos años.
La intervención se centrará en primer lugar en la restauración de la corona, para luego proceder a la limpieza de líquenes que tiene los hombros de la Virgen, la polución que ha hecho impacto bajo los brazos y un tratamiento de mineralización de toda la obra escultórica.
La concejal Cruci Díaz destacó que, "con esta actuación, la ciudad de La Laguna verá en un corto espacio de tiempo a esta Virgen de La Milagrosa mucho más resplandeciente, exactamente con la misma estética que presentó en su día. Con ello, habremos contribuido a una mejor conservación de nuestro patrimonio escultórico lagunero, que es muy rico y goza de historia y valor sentimental, como esta imagen ante la cual se realizan a diario sentidas ofrendas".
La Virgen de la Milagrosa es una escultura de las denominadas monumental, cuyo autor es desconocido. Se sabe que fue encargada por la iniciativa del padre Chacobo Juste de los Padres Paúles de San Agustín y financiada por suscripción popular y la Escuela Normal de Maestras de San Cristóbal de La Laguna.
La obra fue traída de la Península en 1929, pasó distintas vicisitudes en tiempos de la República. Al implantarse el programa de enseñanza laica la depositaron en una casa particular para evitar su instalación. Tras un intento fallido de colocarla en la fachada de la iglesia de San Agustín, se erigió definitivamente en mayo de 1960 en su actual ubicación.
La Virgen preside la plaza de San Cristóbal, con sus 2,50 metros de altura y realizada en mármol de color blanco extraído de Italia, y su columna pedestal, que mide 8 metros, está realizada en hormigón armado revestido de láminas de piedra de cantería.