El Ayuntamiento de La Laguna ya ha recibido la resolución del Cabildo de Tenerife que permite la remodelación del interior de la plaza de la Catedral, incluida en las obras ya iniciadas de reurbanización de todo el entorno urbano de esta céntrica e histórica zona de la ciudad. El proyecto ha sido modificado con propuestas de la propia corporación municipal, de vecinos y colectivos y de la Comisión Insular de Patrimonio, según explicó el edil de Obras, Jonathan Domínguez.

Ayer, los obreros procedían a retirar a mano y de forma individual las antiguas losetas chasneras de piedra del pavimento de la plaza, bajo el asesoramiento de personal especializado.

Entre las propuestas municipales para mejorar el proyecto inicial, se incluye la restauración de todos los bancos de piedra natural existentes, así como la sustitución de la piedra artificial presente hasta ahora en otros bancos por materiales originales.

También ha recibido el visto bueno la transformación del estanque de los patos en un jardín acuático adaptado al entorno, que conlleva el traslado de los patos al nuevo estanque que estará ubicado en el parque de La Constitución. La Comisión Insular de Patrimonio ha dado por válidos los argumentos municipales, y ha aceptado la propuesta de convertir el actual estanque en este elemento con presencia de agua.

En lo referente al pavimento de la plaza, y visto que la mitad del existente se compone de piedra artificial, y que una parte de la losa chasnera presente en el resto del suelo está tan deteriorada que no se puede reciclar, la comisión ha instado a que la losa chasnera recuperable se coloque a modo de pasillo en la entrada principal del templo Catedral. Para el resto del espacio se utilizará nueva losa chasnera, de la cantera de Arico, como estaba inicialmente previsto por parte del ayuntamiento, pero de la misma medida que la losa antigua.

Con respecto a los parterres de las jardineras, se sustituirá la piedra artificial hasta ahora existente en sus bordillos por otros de basalto. Igualmente, desaparece del proyecto original el parque infantil propuesto, tal y como pidieron los representantes vecinales y ahora avala la Comisión Insular de Patrimonio.

Por su parte, y si bien no estaba en el proyecto municipal, el ayuntamiento acatará la decisión de la Comisión Insular de Patrimonio de mantener un escalón, es decir, una diferencia de cotas de altura entre las calles aledañas y la zona de la antigua plaza, tal y como propugnaron también diferentes expertos en varios medios de comunicación, señaló el concejal.

Al respecto, el ayuntamiento había propuesto una actuación similar a la realizada por el propio Cabildo en la plaza de La Concepción, para garantizar la total accesibilidad de las personas con movilidad reducida en el espacio público. Sin embargo los expertos de la Comisión Insular han considerado de mayor peso el valor de esta diferencia de cotas frente a la apuesta por la accesibilidad del ayuntamiento, apuntó el edil.

Una vez recibida la resolución insular, se ha aprobado el modificado del proyecto de reforma de la plaza en los términos descrito, lo cual no supone cambios en el coste de la obra prevista.

El responsable del área de Obras del Ayuntamiento de La Laguna, Jonathan Domínguez, confirmó que, "satisfactoriamente, las obras en el interior de la plaza se retomaron ayer, dirigidas por técnicos municipales y supervisadas por arqueólogos del Cabildo Insular, con el fin de poderlas concluir para la Semana Santa, a medidos del próximo mes de abril".

La plaza se llamó de Los Remedios hasta 1819, en que pasó a llamarse plaza de la Catedral. Este espacio fue importante para la lectura de los pregones públicos.

El historiador Alejandro Cioranescu destaca en su guía de La Laguna que la plaza de Los Remedios estuvo al principio separada de la calle por un pretil construido en 1830 y suprimido en 1908. En sus espacios ajardinados contó con plátanos del Líbano, los cuales fueron plantados en 1860.

La plaza de Los Remedios también fue utilizada en las antiguas funciones reales, como en la proclamación de Fernando VI, para lo que el 29 de mayo de 1747 acogió uno de los tres Tercios de Tenerife, concretamente el de Güímar, que acompañó al alférez mayor de la Isla en su proclamación.