Los documentos históricos han confirmado que el inmueble de la plaza del Adelantado no es la casa natal del beato, aunque sí se ha constatado que vivió en ella durante sus primeros 14 años.

En la vivienda residió, además, el poeta Manuel Verdugo (1877-1958), de cuya época es la actual fachada de estilo neoclásico (1905); en 1962 la ocupó el Colegio Mayor Femenino "Virgen de Candelaria" y hasta 1987 hizo las funciones como sede de la Escuela de Actores de Canarias. También albergó las dependencias del Obispado mientras duraron los trabajos de restauración por el incendio del Palacio de Salazar, desde enero de 2006 hasta junio de 2009.

Con todo, lo que está pendiente por los siglos de los siglos es la creación de un museo. Ya en 1962 se constituyó una comisión al efecto, que presidió el general Lorenzo Machado, con Enrique Rumeu (conde de Barbate) como vicepresidente y que contó como vocales el padre Luis María Eguiraun; el catedrático de Arte Jesús Hernández Perera; el deán José de Ossuna; el crítico de Arte Miguel Tarquis y el catedrático de Latín Juan Álvarez Delgado.

En diciembre de 2011, desde instancias municipales, se aseguraba que la casa se convertiría en un espacio multifuncional en el que iba a tener especial protagonismo la difusión del legado de José de Anchieta.

La realidad es que, a día de hoy, el inmueble permanece cerrado. La noticia de la canonización de Anchieta ha reabierto el baúl de las viejas promesas y el alcalde, Fernando Clavijo, parece dispuesto a impulsar el ansiado proyecto museístico. Tal y como andan de renqueantes las arcas municipales, acaso le vendría bien el respaldo económico de otras administraciones o encomendarse a un milagro.