Aunque los servicios básicos funcionan "relativamente bien", Valle Tabares reclama, con urgencia, una mejora en las dos vías que comunican el pueblo: la TF-111 y la calle Rosarito.

Así lo confirma el presidente de la asociación de vecinos La Ratona, Fernando Rodríguez, quien se queja del peligro que supone para los usuarios el estado actual de estas dos carreteras. El presidente pide una solución rápida al desprendimiento de un muro que se produjo hace un tiempo en la calle Rosarito -vía principal del barrio- y que un conflicto entre los propietarios del terreno y la constructora ha paralizado.

Según Rodríguez, el intenso tráfico que soporta la carretera -es el acceso al centro de menores- hace más urgente la reparación de este tramo, en el que los vecinos han ido rodando las vallas de protección dada la estrechez de la vía.

También exige celeridad, "antes de que ocurra una desgracia", en la dotación de acera y alumbrado en la carretera general, entre la calle Rosarito y El Polvorín. Este tramo es usado por personas que, a pie, se desplazan hasta la zona baja del barrio "jugándose la vida" porque no hay espacio entre los quitamiedos y el asfalto.

Precisamente, estos desplazamientos a pie derivan de otra de las quejas de la asociación: el cierre del puente del Gato y la paralización de los trabajos en la rotonda de la carretera general, junto a la nueva gasolinera.

El puente, que se construyó a pesar de las advertencias vecinales de que los terrenos cederían, está cerrado desde hace tres años porque la tierra no resistió el peso en uno de los laterales.

La infraestructura era usada por los vecinos para cruzar la carretera general y descender a pie por dentro del barrio, con menos peligro, hasta la zona de El Polvorín.

Respecto a la rotonda, las obras están paradas desde hace unos meses por "problemas técnicos", según Rodríguez. Los trabajos están relacionados con la construcción -bastante avanzada- de una gasolinera, cuya finalización depende también de la resolución del conflicto técnico.

Según el presidente vecinal, la mala señalización y la propia inercia de la carretera (se circula por la izquierda) han propiciado varios accidentes de tráfico. De ahí su insistencia en que finalicen cuanto antes los trabajos.

Al margen de estos asuntos, el presidente de La Ratona se queja también del trato que recibe la asociación de vecinos. Según asegura, no tienen "los mismos derechos" que el resto de colectivos al ser propio su local social -lo adquirieron los vecinos en los años 60-.

"Ni siquiera nos dan la pintura para nosotros adecentarlo", subraya Fernando Rodríguez, quien recuerda que, en su momento, tuvieron internet -aún tienen los ordenadores- porque lo pagaba el Cabildo de Tenerife. "Ahora, si queremos ver algún documento, tenemos que hacerlo en nuestras casas", subraya. "El único pecado que hemos cometido ha sido hacer la asociación", enfatiza.

En el capítulo de demandas, el presidente hace hincapié también en la falta de dotaciones deportivas e infantiles. De ahí que soliciten módulos para niños en un "algo abandonado" parque José Rodríguez Melián. Una demanda de la que el presidente de La Ratona hace partícipes a los colectivos de Valle Jiménez y La Piterita.

También solicita Rodríguez algo más de atención para el parque Antonio de la Rosa, donde, por cierto, está confirmada la instalación de varios módulos deportivos demandados por la asociación.

Y entre los proyectos de futuro, "cuando haya más dinero", figura la ampliación de la plaza de La Cantera. Según explica Rodríguez, la idea es que el actual recinto -una extensión de la carretera- se extienda hasta la iglesia, para lo que habría que adquirir parte de unos terrenos privados que los dueños están dispuestos a vender.

Ordenadores, pero sin internet

La asociación de vecinos dispuso, hace años, de ordenadores con internet que sufragaba el Cabildo de Tenerife. Después de que se acabó la ayuda insular, los ordenadores permanecen en su sitio, pero sin señal./ á.H.

Rotonda parada por problemas técnicos

En la carretera general está parada desde hace meses, por "problemas técnicos", la construcción de una rotonda que regularía parte del tráfico de la zona y que daría entrada a la gasolinera, también a medio hacer./ á.H.