La asociación de vecinos La Atalaya, del barrio lagunero del Camino Tornero, registró el pasado 21 de octubre un escrito por el que solicita al ayuntamiento una reunión para abordar el proyecto pendiente de nuevos espacios públicos enfrente del centro ciudadano. El colectivo, que recuerda que las negociaciones se iniciaron a principios de 2014, urge nuevos avances en la actuación.

"Las mismas se han paralizado a finales de 2015, a pesar de nuestra intensa insistencia en retomarlas", recoge el citado documento en referencia a las citas con el alcalde, los propietarios, técnicos, concejales y abogados. "Es de dominio público que en el barrio no existe ni un metro cuadrado de suelo público para las necesidades de equipamientos mínimos como se merece cualquier barrio, y es por ello por lo que solicitamos una reunión urgente con usted presente y los concejales y técnicos que corresponda", continúa el texto dirigido al regidor local, José Alberto Díaz.

Concretamente, el proyecto consiste en la adquisición de unos terrenos ubicados a pocos metros del centro social, en los que la entidad presidida por Justo Reyes considera que es necesaria una capilla, una cancha, una zona de esparcimiento y una plaza. El conocido dirigente vecinal detalla que había un acuerdo con casi la totalidad de los dueños de esas huertas y que se había estipulado un precio en torno a los 320.000 euros. Sin embargo, según indica, terminó el mandato y al anterior alcalde, Fernando Clavijo, no le dio tiempo de culminar la actuación. Se celebraron posteriormente algunas reuniones, pero el resultado no ha sido el esperado: "Hemos tenido pasos atrás en vez de adelante".

Reyes repite varias veces que se sienten "engañados" y "defraudados", e insiste en el planteamiento de que la zona no cuenta con "un solo metro cuadrado de suelo público", si bien añade a renglón seguido que está el centro ciudadano, "pero porque lo compraron los vecinos".

Los trabajos supondrían la prolongación de la calle Eneldo desde el punto en el que culmina actualmente hasta la vía principal que atraviesa el barrio. Los terrenos que quedarían encerrados en esa cuña -unos 3.000 metros cuadrados- son los que albergarían las dotaciones que demanda La Atalaya. También ponen de relieve desde la asociación los beneficios de la obra para el tráfico y el aparcamiento.