El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, y el alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz, realizaron en la mañana de ayer una visita a los colegios Punta del Hidalgo y Princesa Tejina, así como al terrero de Valle de Guerra, donde más de un centenar de niños del programa "La lucha entra en la escuela" -que ha llegado a unos 1.600 pequeños del Archipiélago- demostraron su buen hacer con la ropa de brega.

Como suele ocurrir en estos casos, fue una jornada de anécdotas y espontaneidad infantil. Los alumnos del centro puntero habían abordado previamente peticiones y se las transmitieron a los políticos. No solo estaban Clavijo y Díaz, sino también los directores generales de Centros y de Deportes del Ejecutivo regional, Ana Dorta y José Francisco Pérez, respectivamente; la concejala de Educación del Ayuntamiento de La Laguna, Atteneri Falero, y el director general de Gestión del Medio Rural de Canarias (GMR), Juan Antonio Alonso.

¿De qué hablaron? De todo un poco; desde propuestas de cambio del menú escolar (y de rechazo del potaje) a ideas para el centro docente, pasando por la defensa de los deportes autóctonos y otro tipo de iniciativas.

La comitiva paró después en Tejina. Allí hubo una visita al ecocomedor del Princesa Tejina y la lectura de un cuento, pero, sobre todo, preguntas (alguna de ellas con cierta sustancia y otras cuantas enunciadas con firmeza). Desde el Patio de la Convivencia -inaugurado este viernes y que incorpora un árbol del que cuelgan cartulinas con frases positivas-, los pequeños cuestionaron a Clavijo sobre asuntos generales como el medio ambiente, la violencia de género y los hábitos de vida saludables... pero también acerca de su formación para ser presidente del Gobierno de Canarias, la convivencia con sus compañeros ("vamos a traerlos a todos a este patio, porque a veces se complica", bromeó) y por si su trabajo le hace feliz. ¿Qué respondió a eso último el representantes nacionalista? Un mensaje de ánimo dirigido a los escolares para que disfruten y pongan pasión a aquello que hacen.