El historiador y sociólogo Álvaro Santana Acuña considera "necesario" que se retire definitivamente el actual Plan Especial de Protección (PEP) del centro histórico de La Laguna y que se elabore uno nuevo. Ese es el aspecto en el que mayor énfasis hace este profesor del Whitman College (Estados Unidos), que en estos días se encuentra de "parada" navideña en la ciudad en la que nació.

Santana ha mostrado públicamente en los últimos años su disconformidad con el modo en que se ha tutelado el casco. Incluso, sus afirmaciones lo han convertido en alguna ocasión en objeto de críticas, como cuando, junto al prehistoriador José Farrujia y al historiador del arte Carlos Rodríguez Morales, advirtió de que las obras en la plaza de la Catedral tenían que recibir "supervisión arqueológica" y que allí podrían aparecer restos históricos. En fechas recientes aquello se ha venido a confirmar plenamente. "Las excavaciones han ratificado punto por punto lo que planteábamos: que los trabajos se hicieron mal y que los restos que había allí eran de gran importancia", manifiesta.

Formado en la Universidad de La Laguna y con una etapa laboral en Harvard, se detiene en los aspectos que siguen igual, como en que se ha vuelto a encontrar con una ciudad que no responde a "las necesidades del día a día de las personas que viven en ella". "La cuestión es que el legado de Cerrillos continúa vigente", apunta en dirección al PEP de 2005 y a la arquitecta que se encargó de la puesta en práctica de ese documento a través de la empresa Arquitectura, Urbanismo y Cooperación (AUC). "Ese es el plan con el que se sigue gestionando el centro histórico de La Laguna y que permite atentados como, por ejemplo, el de la casa de la calle del Agua", expresa sobre un caso reciente. Lo achaca a que, en su día, el Plan Especial "descatalogó casi 100 casas" que estaban incluidas en el informe presentado a la Unesco. Es por eso que el inmueble citado, entre otros, no dispone de "ninguna protección".

"Se debe eliminar ese PEP, porque está anticuado y obedecía a unos intereses concretos de una compañía privada, y se ha de redactar uno nuevo consensuado con todas las partes que están presentes en esto, lo que incluye también a la ciudadanía", mantiene, antes de apostillar que en la Ciudad de los Adelantados "hay muchísima gente que ama a su ciudad y que está dispuesta a implicarse".

Ese discurso de gestión participativa no lo deja ahí. Santana afirma que la Comisión Municipal de Patrimonio Histórico existente en La Laguna "no es la solución", sino solo "una parte" de ella. "Tenemos que avanzar hacia la creación de una fundación o patronato. Debe ser apolítico, autónomo, sin ánimo de lucro, en el que participen de manera plena asociaciones de vecinos y ciudadanos, y que celebre reuniones abiertas. En ellas se tomarían decisiones y podrían participar expertos, instituciones culturales...", expone antes de referir los casos exitosos de La Alhambra y el National Trust for Scotland. "Se trata fundamentalmente de eliminar el monopolio que sobre la gestión del patrimonio tienen los partidos políticos".