La vista se va primero a dos maniquíes con trajes antiguos. Al lado hay un perchero con más de 30 uniformes de distintas épocas. Y en medio de la habitación, una mesa con fotografías, recortes de periódicos, documentos diversos y hasta un sombrero salacot de esos que pondrían a salivar a cualquier amante del pasado de los cuerpos de seguridad. Esta especie de sanctasanctórum de la memoria policial de La Laguna se encuentra en la parte alta de la comisaría, en la calle Consistorio. Es una estancia con un sabor a historia que es directamente proporcional a las horas de trabajo que encierran sus paredes.

Días atrás, el concejal de Seguridad Ciudadana, Jonathan Domínguez, anunciaba en Twitter un proyecto de documentación en torno a los orígenes del cuerpo. Se trata de otro paso en una labor más prolongada y que ahora ha dado pie a la constitución de una asociación de agentes interesados en la recuperación histórica. "Esos policías nos han pedido al ayuntamiento que nos impliquemos en estas acciones, y yo he autorizado que la Jefatura empiece a trabajar en este aspecto para no solo recuperar datos y documentos, sino también para hacer un inventario exhaustivo de todo el patrimonio material que tiene el cuerpo", explica el edil.

El presidente de este nuevo colectivo para la conservación histórica es Miguel Villa, un agente que se ha implicado en este trabajo desde hace unas dos décadas y que ha defendido la divulgación de ese pasado. Tras alrededor de dos años de búsqueda, se llegaron a realizar varias exposiciones -en 2000, 2001 y 2002- con motivo de la festividad de San Miguel Arcángel, patrón de la Policía Local. "Es algo que me apasiona terriblemente", admite Villa, aunque no es necesario que lo afirme, porque unos minutos de conversación con él son suficientes para captarlo: hilvana la historia del cuerpo, pasando por los "clarinedos", alguaciles, cabos de policía y las denominaciones contemporáneas; expone de forma entusiasta los avances que se han ido dando para la consecución de este proyecto, y entra en detalles acerca de ese material que está almacenado en las dependencias policiales.

En esta "máquina del tiempo" de la memoria de la Policía Local se pueden encontrar uniformes de distintos colores y estilos desde finales del siglo XIX hasta hoy, así como unas 20 prendas de abrigo -alguna de denominación tan llamativa como "la piojosa"-. También hay accesorios (gorras, botas...), documentación, cascos antiguos, la emisora del primer patrulla y hasta un silbato de Birmingham, entre otros.

"Tenemos un montón de material y hemos dado una orden de hacer un inventario de todo para tenerlo registrado, poder organizar su conservación y, pensando en la futura sede de la Policía Local o en el futuro museo, que pueda haber una exposición permanente de todo ese material, que tiene un valor incalculable y que debe ser protegido", defiende Jonathan Domínguez.

Miguel Villa indica que ese catálogo se encuentra en la actualidad al 50% y que la asociación creada será la culminación del proceso que se ha llevado a cabo hasta ahora. "Una de sus funciones será guardar y custodiar, y también queremos enseñar el material y documentación al público y realizar charlas", apunta. "Como presidente de la asociación quiero agradecer a la Jefatura, la Concejalía de Seguridad Ciudadana y la Dirección del área el apoyo recibido, así como a la plantilla en general", señala el agente sobre la apuesta realizada para que esta iniciativa esté saliendo adelante y que, con ella, estas pequeñas joyas que hoy permanecen en un cuarto de la comisaría puedan ser conocidas por quienes lo deseen. Con ello se cerraría un círculo de años de trabajo y esfuerzo.