El deseo de Francesco Salomone Suárez de que las cosas salieran lo mejor posible lo llevó años atrás a emprender una labor de documentación. Es el responsable técnico de Parques y Jardines del Ayuntamiento de La Laguna y, a su llegada al área, se percató de que, desde el punto de vista de la jardinería, en la ciudad había "lugares especiales y con historia" en los que era necesario actuar "con conocimiento de causa", es decir, sabiendo de su pasado, de lo que fueron. Y se puso manos a la obra. El catálogo botánico del municipio lo llevó a establecer una relación de investigación con el profesor de la Universidad de La Laguna Antonio García Gallo, con quien ha elaborado desde entonces varios trabajos.

Esa labor "privada" y "por diversión" en archivos, de búsqueda, de consulta... ha tenido recompensa en forma de premio. La obra "El Camino Largo: La Laguna, Tenerife" ha sido galardonada con el XXV Premio Juan Julio Publicaciones, entregado por la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos (Parjap). Es esta una distinción "al mejor libro, trabajo técnico o científico que contribuya a comprender y mejorar el conocimiento de los campos relacionados con la jardinería pública".

De algo más de 40 páginas y de redacción clara, la obra fue editada en noviembre del pasado año por el Servicio de Publicaciones de la Fundación Cicop, después de que hubiesen presentado previamente una comunicación en el XIX Simposio de Centros Históricos y Patrimonio Cultural de Canarias. "El Camino Largo es la alameda concebida, la alameda por antonomasia de La Laguna; la que finalmente logra la ciudad como más definitiva", explicaba Salomone el pasado miércoles, en una cita conjunta con varios medios de comunicación, sobre las singularidades de este rincón.

El espacio puede tener unos 150 años la antigüedad y en 2018 se está cumpliendo no un siglo de vida, sino de su primera urbanización. "El nombre de paseo de la Universidad, que ahora es avenida, es de 1908", puntualiza Antonio García Gallo.

Los autores ponen de relieve el que se trate de una alameda en la que las protagonistas son las palmeras canarias, si bien estas no figuraban en el arbolado original. No obstante, esta especie fue creciendo y se fue "desalojando el resto". Para llegar a datos como esos rastrearon desde 2014 en documentos incluso de carácter cinematográfico, como el célebre filme de cine mudo "El ladrón de los guantes blancos", en el que aparece esta encantadora zona.

Una de las curiosidades más sobresalientes es la de unos vecinos que solicitaron el estrechamiento del paseo en 1843. Les parecía demasiado ancho y propusieron comprar el terreno sobrante, con lo que, planteaban, el consistorio podría ajardinar la plaza del Adelantado. Pero tuvieron la mala suerte de que el alcalde era Domingo Bello y Espinosa, botánico aficionado -aunque de alto nivel-, quien no solo se negó, sino que requirió al secretario que no aceptara ninguna petición de esa naturaleza en otros puntos.

Salomone y García Gallo también refieren que el Camino Largo se convirtió en una "especie de salón al aire libre" en el que se celebraban distintos actos, y al que, a modo de anexo, se uniría posteriormente el parque de La Constitución. Y desde entonces hasta hoy y este premio. Dos mil euros y, sobre todo, un acicate para seguir con su ya largo camino de investigación jardinera.