La Esclavitud del Cristo de La Laguna abrió ayer, en su junta general anual, el debate para la incorporación de la mujer. El máximo responsable de este colectivo, Francisco Doblas González de Aledo, expresó que ha habido cuatro siglos "de presencia exclusivamente masculina" y que el proceso "requiere de una importante política de comunicación a los propios esclavos y de una no menos importante labor de modificaciones estatutarias y reglamentarias de la Esclavitud, que deberán sustanciarse en el próximo mandato". "Será finalmente la Junta General, órgano soberano de la Esclavitud, quien deba adoptar la decisión el próximo mandato", añadió al respecto.

Doblas estará al frente del colectivo en ese nuevo mandato, dado que ayer fue el único candidato. Entre sus objetivos, dijo, también se encuentran "al menos duplicar las actuaciones caritativas y sociales" y "concluir el ciclo de obras iniciado". "Debemos concluir las obras del resto de inmuebles propiedad de la Esclavitud anexos al Santuario y que no están dotados de las medidas de electricidad, seguridad y protección contra incendios de última generación, no cuentan con una impermeabilización adecuada y tienen deficiencias estructurales graves, así como la necesidad de restaurar artesonados y suelos de tea", indicó. "Estos inmuebles anexos son el antiguo convento franciscano, la Casa de los Esclavos, el museo y los inmuebles anejos. En especial se querrá abrir al público el Museo de la Esclavitud, que cuenta con piezas religiosas excepcionales", apuntó, antes de añadir que ya hay consignados por parte del Cabildo 1,1 millones de euros para esta actuación, en la que la Esclavitud deberá aportar el 20% restante.

Además, el esclavo mayor hizo un balance de los dos últimos años, en el que destacó el "incremento en las actuaciones caritativo-sociales", como son la asistencia mensual al Asilo de Ancianos para celebrar el cumpleaños de los mayores; la comida benéfica anual (en la última edición se recaudaron 11.100 euros); una "importante donación" económica a la Limosnería Apostólica de Roma, "para contribuir a las necesidades de los pobres del mundo"; el apoyo a diferentes personas necesitadas (mayoritariamente esclavos); la donación de una tonelada de gofio, recaudada entre los miembros de la Esclavitud y feligreses del Santuario, para su entrega al Banco de Alimentos; el apoyo a los comedores sociales con aportaciones de comida; una donación a las Misioneras de Nazaret, de 1.500 euros, para el proyecto "Pan y Leche"; la visita a enfermos de la Esclavitud sin familiares o sin recursos, y la creación de una banda musical.

Además de esas acciones sociales, también mencionó la restauración del Santuario y del retablo de plata, así como la concesión a la Esclavitud, por el papa, del Año Santo Jubilar en el Santuario, con motivo del V Centenario de la presencia de la Imagen del Cristo en el Archipiélago.