En el listado figura un loro cola vinagre, otro verde amazónico, un agapornis cara de melocotón y también un guacamayo barbazul. La gran protagonista es, sin embargo, una boa constrictor. Y después aparecen tortugas para todos los gustos: de orejas rojas, de orejas amarillas, morrocoy, china y galápago de Florida. Y no, la enumeración anterior no corresponde a las especies que alberga ningún zoológico, sino a las rescatadas el pasado año en La Laguna por la Fundación Neotrópico, que realiza este servicio.

Según datos facilitados por el ayuntamiento lagunero, se recuperaron hasta 69 ejemplares, lo que supone entre un 20% y un 30% de los rescates que se realizan en la Isla. Y es que el área metropolitana, junto con Arona, Adeje y el Puerto de la Cruz, son las zonas que cuentan con mayor número de incidencias de este tipo, si bien la densidad de población es también más elevada.

Desde el consistorio de La Laguna detallaron que el servicio de la Fundación Neotrópico se activa a través de un teléfono 24 horas vinculado al 1-1-2. Tras la llamada se desplaza hasta el lugar la Policía Ecológica, que, como suele ser la primera en llegar, se encarga de "vigilar o contener al animal" hasta que se personan los miembros de la fundación. Y de allí a las instalaciones de Neotrópico, donde, tras un período de cuarentena, es atendido por biólogos y veterinarios.

A partir de ahí, y contando con que el ejemplar se encuentre en buenas condiciones, se abren dos opciones. La primera es, si se puede, devolverlo a su medio natural; en caso contrario se intenta ubicarlo en algún parque zoológico (aunque se da la circunstancia de que estos espacios no suelen estar interesados, ya sea porque se trata de especies invasoras o bien porque estos ya cuentan con varios animales de la misma especie).

¿Y qué ocurre cuando no es posible ni la devolución a su medio ni tampoco cabe la vía de entregar el animal a un zoológico? En esos supuestos se mantienen en la sede de la Fundación Neotrópico, donde participan, "sin sufrir daño de ningún tipo", en cursos y ciclos formativos que se ofrecen para diferentes colectivos de seguridad de las Islas.

En general, la de esta entidad es una función que desde el consistorio consideran relevante. No en vano, la concejala de Medio Ambiente, Flora Marrero, expresó que poder contar con una opción de rescate es "primordial". Además, recordó que la suelta de animales en espacios públicos como parques o barrancos "no es la opción correcta", dado que el daño puede ser "irreparable" para algunos ecosistemas.