Escolástico Gil se convirtió en alcalde de El Rosario en 2015 de forma inesperada, el mismo día en que pensaba dejar la política. Ahora intentará revalidar el cargo después de un mandato del que se muestra satisfecho y del que celebra las inversiones realizadas en el municipio. "Afronto las elecciones con toda la tranquilidad del mundo; yo no vivo de esto", sostiene el líder de Iniciativa por El Rosario-Verdes (IR-Verdes).

El mandato está en la cuenta atrás. ¿Qué balance hace?

Positivo. Ha habido mucho trabajo durante estos cuatro años y una gran gestión municipal, como nunca se había hecho. Por ejemplo, en 2018 se dio una inversión propia por encima de los tres millones de euros, y después está la de otras administraciones. Este ha sido un gobierno de mucho talante y negociación, lo que ha permitido que El Rosario aparezca por primera vez de forma importante en las inversiones de otras instituciones, y principalmente del Cabildo de Tenerife.

¿Cómo llega el pacto a esta recta final?

Con buena salud, buenas relaciones y un equipo de gobierno de distintos partidos en el que ha habido mucha lealtad hacia el alcalde.

De los proyectos que se han llevado a cabo, ¿con cuál se queda?

Si tengo que elegir algo de lo que se ha hecho, y aunque todo es importante, me quedo con el Polígono de La Campana, porque la máxima para un municipio como este es reactivar la economía. Y no solo se trata de un polígono de El Rosario, sino de toda la Isla. Además, ha sido un ejemplo de buenas relaciones entre administraciones públicas de distinto color político. De resto, por nombrar algunos, se encuentran acabados ya el Charco de Tabaiba y el Depósito de Tabaiba II, y está a punto de finalizar la Casa de la Cultura y el Mercadillo Agrícola. Esperemos que en los próximos días por fin se nos envíe ya el convenio de la calle El Sol. También hay que tener en cuenta la gran obra pública municipal que se ha ejecutado.

¿Y qué está pendiente?

Se quedan fuera algunas cuestiones porque no ha dado tiempo, como ponernos por fin a trabajar en un Plan General de Ordenación (PGO) para el futuro, con base en el anterior pero apostando más por la sostenibilidad en la zona alta; en ningún caso, el PGO de los 50.000 habitantes que se aprobó. No estamos de acuerdo con eso; pienso que un plan para 25.000 personas va bien para el municipio. Tenemos encargado, con el asesoramiento del Instituto Tecnológico de Canarias, el proyecto de depuración natural de agua en Lomo Pelado. Está el plan de vivienda municipal, con la construcción de nuevas casas y la mejora y rehabilitación de la zona de las barriadas con fondos de todas las administraciones? Esperamos también seguir trabajando en la mejora de las infraestructuras de agua, que, aunque hemos actuado, nos queda mucho por hacer.

¿Y la oferta pública de empleo?

Están cayendo las sentencias del TSJC y será una asignatura pendiente para el próximo mandato. La prioridad es la oferta para cubrir las vacantes de la Policía Local.

Costanera lleva meses y meses a la espera de informe para ver si envían el asunto a la Fiscalía. ¿Qué ha pasado?

Lleva meses esperando a que se hagan los informes de revisión de oficio por parte de los Servicios Jurídicos municipales. Ese y otros tantos casos más.

¿Y por qué no han salido adelante esos informes?

Porque los funcionarios tienen mucho trabajo, y lo cierto es que es un tema complicado y llevará numerosos informes, porque nos vamos a remontar a principios de los años 2000.

En estos años ha hablado de lo que llamaban la caja chica, de una especie de tarjetas black y de las decisiones urbanísticas que se tomaron en Costanera. ¿Ha dado con algo más?

Yo me he dedicado principalmente a gestionar. Realmente, cualquier cosa que se detecte será revisada de oficio. Me imagino que cuando los técnicos empiecen a valorar todo este tipo de cuestiones, se revisará de oficio todo aquello que ha sido concedido ilegalmente.

¿Lo dice porque ha habido más aspectos que ha puesto en conocimiento de los técnicos?

Hay alguna otra cuestión que está en manos de los técnicos, pero también depende de ellos que se proceda a la revisión de oficio.

¿Desde el sillón del alcalde las cosas se ven distintas, o al menos ha llegado a entender algo que antes le parecía reprobable?

Desde la Alcaldía se ven las cosas de otra manera, es verdad; pero pienso que he sido un alcalde coherente, que ha aplicado el sentido común, que eliminó y no quiso saber nunca de caja chica ni de tarjetas... Este gobierno no ha pasado ni una comida al erario; si el alcalde va al bar y come, paga de su bolsillo, y si lo hacen los concejales del gobierno, igual, y si no que coman en su casa. Entiendo que hemos modificado la forma de hacer política, y el gobierno del cambio ha funcionado. Cuando llegamos en 2015 entendimos que había una situación muy complicada para muchos vecinos del municipio y decidimos, por ejemplo, la reducción de nuestro sueldo el 50%, y todas esas cantidades han sido ocupadas en planes de empleo social para familias necesitadas.

¿Ha sentido en algún momento que perdía el foco?

Creo que esa sensación no la he tenido, porque he estado en la calle y hablando con los vecinos. Considero que he sido cercano y que en ningún momento he perdido la noción. Este es un municipio de 17.300 habitantes y el alcalde es accesible a quien quiera hablar con él en cualquier momento, y eso ha quedado demostrado.

Su regreso al Partido Socialista (PSOE) estuvo cerca durante este mandato y en una reciente rueda de prensa de balance decía que no se dieron las circunstancias. ¿Da por finiquitada esa posibilidad?

Hubo un momento en que pudo haber un acercamiento con altos cargos del PSOE, pero eso cambió con la elección de la nueva Ejecutiva Regional. ¿Había unas buenas relaciones que podían haber acabado en que hubiésemos vuelto al PSOE? No lo sé, no lo puedo decir. Pero se empezó a caminar en sentido contrario a lo que en principio se había hablado de limar asperezas del pasado y de la gestión que habíamos hecho en la oposición, que entiendo que fue necesaria para regenerar la vida política municipal.

¿Cómo afronta las elecciones?

Con toda la tranquilidad del mundo; yo no vivo de esto.

¿Le sorprendió la alianza entre Coalición Canaria (CC) y Vecinos por El Rosario (VxR)?

No ayuda a la política que se pacte con personas condenadas. He dicho públicamente que no me hubiese hecho la foto que se hicieron. No contribuye en nada en la política municipal algo que para nosotros era pasado, y que por eso este gobierno del cambio ha hecho las cosas totalmente en línea contraria a lo que se había hecho hasta ahora.

¿La relación con el Cabildo se ha deteriorado después de ese acuerdo?

No. Ya le he dicho anteriormente que, por encima de las siglas políticas, esta administración y las otras hemos conseguido ponernos de acuerdo para llevar a cabo una gestión importante en un municipio que había sido olvidado tanto por el Cabildo como por el Gobierno de Canarias. Aquí no es una cuestión de partidos, sino de que se sea capaz de gestionar, de tener buenas relaciones...

¿Teme que haya una campaña electoral en clave de enfrentamiento con el PSOE, un apéndice de lo que ha pasado hasta ahora?

El PSOE, los que no están en el gobierno, ha demostrado que es el pasado, y la gente no está dispuesta a volver atrás.