Primero la crisis y, a partir de ahí, una concatenación de problemas que desembocaron ayer en el peor final: el desahucio. El afectado es un vecino de 70 años de La Laguna -del barrio de La Candelaria, en La Cuesta-, que se aloja desde este martes en los bajos de la vivienda, dado que ha preferido no utilizar la ayuda alojativa que le han ofrecido desde el ayuntamiento.

El vecino -que pide que no aparezca ni su nombre ni su imagen- relató a este periódico que todo comenzó por las dificultades económicas de otros, que al final acabaron siendo las suyas. Era un pequeño comerciante y algunos clientes dejaron de pagarle. Pudo salir adelante con fondos propios unos siete u ocho años, hasta que la situación se acabó de complicar.

La historia, adelantada por Planetacanario.com, vivió ayer su último capítulo. Tras haber sido parado el desalojo hasta tres veces, llegó el desenlace que en este tiempo temió el afectado, y sobre el que insistió en que es consecuencia de una mala atención por parte de una letrada. "Me he sentido en el corredor de la muerte", apuntó sobre sus últimos meses. "Me han dejado muerto", añadió, antes de enumerar que padece diabetes, artrosis e hipertensión.

Angustiado con lo que se le venía encima llegó a solicitar ayuda incluso al rey Felipe VI; a CC; a la concejala de Bienestar Social, Flora Marrero, y a Cáritas Diocesana. "Quiero hacer una mención muy especial a Flora y a Cáritas, que me han atendido de maravilla", agregó.

Preguntada sobre el caso, Marrero indicó que, desde que el vecino solicitó ayuda, se le ha asistido. "A ninguna persona de La Laguna, en casos de lanzamientos, la dejamos en la calle, sino que siempre le ofrecemos una alternativa habitacional", sostuvo. No obstante, el desalojado prefirió no acudir a una pensión.

"Es usuario de Servicios Sociales y le hemos dado toda la información que necesita, inclusive para los trámites para cobrar la PCI", detalló, y agregó que lograron paralizar el desahucio hasta en tres ocasiones.