El tuit de Nisa Fumero sobre las dificultades que estaba encontrando la pizzería de su madre para arrancar triunfó el pasado fin de semana. Una publicación viralizada, retuits y me gusta (a media tarde de ayer eran 44.611 y 45.921, respectivamente), comentarios de distintos países... Pasados unos días, esa visibilidad en las redes no se ha quedado solo en eso, sino que se ha traducido en visitas al establecimiento, ubicado en la avenida de La Trinidad, lo que le ha permitido remontar el vuelo.

"Ha sido una locura", resumió ayer Nisa, que da nombre a un negocio que, de alguna manera, tiene sus orígenes en Fuerteventura. Según explicó la joven, hace cinco años que se trasladó a La Laguna para estudiar Diseño Gráfico, mientras que, posteriormente, su madre también decidió instalarse en la vieja Aguere. "Ella vino hace dos años y quería emprender un nuevo negocio. Allá en Fuerteventura tenía una pizzería que se llamaba igual: Pizzería Nisa. Tuvo que cerrar por temas de salud, pero hasta seis años más tarde la seguían llamando para pizzas a domicilio", recordó. "Cuando se vino le dije: mamá, ¿por qué no montas una pizzería?, y entonces buscó el local y lo organizó todo, y en octubre abrió", prosiguió su hija.

En noviembre y diciembre las ventas no fueron las deseadas. "Fue cuando colocó por fuera la mesita con los cachos de pizza", señaló en referencia a una iniciativa solidaria para necesitados y que también ha tenido eco durante los últimos días. Y pasaban los meses y la situación no iba a mejor. "Hace dos semanas me dijo que pusiera un anuncio de que se traspasaba; que buscaría otro lugar, que eran muchas pérdidas, que estaba yendo mal... Le daba pena ver cómo la gente pasaba y no entraba a probar, como si no existiese la pizzería", afirmó.

Y llegó el tuit: "Mi madre abrió una pizzería hace unos pocos meses en La Trinidad y verla así de vacía la entristece un montón. Ojalá con la magia de Twitter llegue a alguien que le guste probarlas". El principal objetivo, según apuntó ayer, era animar a su madre, que se llama María del Pino Betancort. Aunque su previsión inicial era que sus amigos compartiesen, resultó que al cabo de unas horas le estaban escribiendo hasta de Sudamérica. "Al día siguiente tenía 30.000 retuits, y eso contando Twitter nada más", expuso.

"Lo tuiteé el viernes por la mañana y ya por la tarde empezó a venir gente. Se sacaban fotos conmigo, con mi madre, en el local, lo compartían? También clientes han acudido porque se lo han dicho amigos que viven en la Península", indicó sorprendida la joven. "Mi madre, de atender a una o dos personas en una hora, ha pasado a no parar de hacer pizzas", expresó. Y es que desde el viernes su negocio está en boca de todos.