Los policías Marcos Peña (asesor de la Consejería de Interior) y Miguel Castaño (subdirector de Seguridad) negaron ayer, en la Comisión de Investigación sobre la supuesta trama de espionaje político en la Comunidad de Madrid, haber participado en la elaboración de partes, seguimientos, ni dosieres.

Marcos Peña aseguró que "nunca he participado en seguimientos a personajes políticos ni públicos, ni en la elaboración de dosieres". El ex inspector jefe de policía y asesor de Protección Ciudadana de la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior, basó su comparecencia en que los supuestos espionajes fueron "anteriores" a su ingreso en la Comunidad, al igual que los dosieres sobre Ciempozuelos y Coslada que, según El País elaboró para el consejero Granados.

Peña explicó que su actividad "se concreta exclusivamente en labores de asesoría para facilitar la toma de decisiones de los responsables de la Consejería", y que él no ha "creado ningún CNI".

Por su parte, el subdirector general de Seguridad Operativa de la Comunidad, Miguel Castaño, negó ser el "Miguel" que aparece en los partes de seguimiento al vicealcalde Manuel Cobo y el ex consejero Alfredo Prada, entre otros; y que registrara ningún despacho del Campus de la Justicia, ni se llevara ningún ordenador.

"Por mi nombre de pila sólo me llaman en mi casa y mi familia. En la Dirección General y en todos los sitios se me conoce como Castaño. No he conocido, ni amparado, ni visto, ni ordenado ningún parte, ni seguimiento, ni nada que se le parezca en mi Subdirección".

Ha opinado además que los partes publicados "se pueden realizar con tener la agenda del alto cargo e ir rellenando".