El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, aseguró ayer que su partido será "implacable, como siempre lo ha sido" con quien haya realizado alguna práctica "ilegal, ilegítima" e "inmoral".

Al ser preguntado si el "caso Gürtel", en el que está implicado el senador y tesorero del partido, Luis Bárcenas, salió a relucir durante la reunión que Mariano Rajoy mantuvo con sus notables en el parador de La Granja de San Ildefonso, sentenció que "sobre ese asunto ya se ha dicho que no se habló y si se hubiera hablado yo no se lo podría contar".

En esta línea, aseguró que en el "retiro" de casi dos días celebrado en el parador de Segovia se trataron otros temas que afectan más al PP de cara a la "planificación de futuro". Esta "sesión de trabajo", añadió, fue una "sesión deliberativa de quien conforma la alternativa de Gobierno". A su juicio, las sesiones de trabajo del máximo órgano de la oposición deben tener "la misma obligación de secreto" que las atribuidas a las sesiones deliberativas del Consejo de Ministros.

Subrayó que el PP está tomando las decisiones relacionadas con esta presunta trama de corrupción "a ciegas" porque la dirección "no conoce ni ha visto los documentos" que implican a los miembros afectados, con lo que denunció la "indefensión" en la que se encuentra. "Seguimos exactamente igual que estábamos frente a un sumario que se abrió en febrero y del cual han seguido filtrándose interesadamente partes. No las que nos beneficiaban sino las qué más nos perjudicaban", agregó, para remachar que su partido "en realidad no conoce que es lo que se está cociendo en esa olla".

Dicho esto, recordó que el tesorero nacional del PP ha dado las explicaciones internas oportunas y abogó por "intentar ser justos con un compañero" aún a sabiendas del "coste político" que puede conllevar. Después de lamentar que Bárcenas todavía no ha tenido ocasión de explicarse ante un tribunal, sentenció: "El partido debe hacer lo que está haciendo con el señor Bárcenas".

Así, enfatizó el interés del PP de ser "justo" con un compañero al que tienen "aprecio" para luego no tener que "arrepentirse" en el caso de que no sea imputado por el Tribunal Supremo.

Por su parte, Felisa Jordán, ex administradora de una de las sociedades de la trama de corrupción supuestamente dirigida por Francisco Correa, asegura que, en su declaración del martes como imputada en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, no habló del senador del PP Luis Bárcenas ni del presidente valenciano Francisco Camps.

En otro contexto, el ex vicepresidente y consejero de Justicia y Administraciones Públicas del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Alfredo Prada, reclamó al Juzgado de Instrucción número 5 de Madrid que llame a declarar, en calidad de imputados, a dos técnicos y seis asesores de seguridad de la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior, que dirige Francisco Granados, en relación al espionaje al que fue sometido.

En este sentido, la jueza que lleva el caso no descarta llevar a cabo esta petición, conforme a los datos aportados por la Policía al respecto.

Mientras, el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, adelantó ayer, en la Junta Directiva del PP de Castilla-La Mancha, celebrada en Cuenca, que los próximos retos pasan por reforzar la cohesión del partido y el contenido de su programa político, y que "no hay otro objetivo" que ganar las próximas elecciones autonómicas y municipales.