El Tribunal Supremo informó ayer al Gobierno en contra de la petición de indulto del exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón debido, dice el tribunal, a que no concurren circunstancias de justicia y equidad que lo aconsejen, ya que el penado no se ha arrepentido.

Garzón fue condenado por el Supremo con la pena de once años de inhabilitación al haber cometido un delito de prevaricación en concurso con otro contra las garantías constitucionales por sus decisiones en la instrucción del Caso Gurtel.

La Asociación de Magistrados Europeos por la Democracia y las Libertades (Medel) solicitó su indulto y, tiempo después, el Supremo emitió su informe preceptivo para el Ejecutivo, un informe que, en todo caso, no obligará al Ministerio de Justicia, pues la de indultar es una facultad que depende solamente del criterio del Gobierno.

En su informe, el Tribunal Supremo dice que lo fundamental para informar sobre el indulto es observar la conducta del penado después de cometido el delito y que, en el caso de Garzón, resulta evidente que no hay "ningún signo de que haya mostrado arrepentimiento".

En este sentido, la Sala Segunda del Supremo contesta a las razones de utilidad pública aducidas para solicitar el indulto y se niega a proponer que se devuelva la condición de juez a quien considera que fue correcta su forma de proceder en una causa que su condena consideró constitutiva del delito de prevaricación.

El Supremo señala también en su informe que "no puede aceptar" que, como hace la solicitud de indulto, se banalice "el daño causado por la conducta delictiva del penado a la existencia real de un proceso equitativo".