La Guardia Civil ha extraditado a Estados Unidos a dos ciudadanos paquistaníes que habían sido detenidos en el marco de la operación Yoga en Barcelona en junio del año pasado. Ambos, de 49 y 47 años de edad, estaban requeridos por la justicia en Nueva York por pertenencia a una red de tráfico de armas, drogas y blanqueo de capitales.

Los detenidos formaban parte de una organización que ofrecía a los grupos paramilitares misiles IGLAS tierra-aire de fabricación rusa. El grupo utilizaba Cataluña como base de operaciones y lugar de encuentro entre los traficantes.

En la operación Yoga participaron unidades de la Guardia Civil en coordinación con la agencia antidrogas norteamericana (DEA) y policías de Países Bajos y Colombia. Con su extradición, la Guardia Civil espera información adicional sobre la venta de misiles a otros grupos terroristas y sobre sus posibles vinculaciones con España.

Los delitos de los que se les acusa en la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York pueden conllevar penas de prisión de hasta 30 años. En concreto, los cargos que se les imputa son conspiración para distribuir narcóticos para financiar a organizaciones terroristas y conspiración de tráfico ilícito de armas (misiles), así como facilitar soporte material a organizaciones terroristas.

La operación Yoga comenzó con investigaciones en el mes de mayo de 2014 cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de una operación internacional bajo la dirección de la Fiscalía de Nueva York (EEUU), estaba realizando la Oficina de Operaciones Especiales de la DEA en varios países de Europa, América y Oriente Medio.

Con las primeras informaciones y las investigaciones realizadas por la Guardia Civil, se observó que la organización negociaba con otras establecidas en EEUU la introducción de grandes cantidades de heroína, utilizando España como lugar de encuentro y negociación de los traficantes.

Igualmente, que esa organización disponía de armas de guerra sofisticadas y se ofrecía a suministrar a grupos paramilitares o violentos misiles IGLAS (misil tierra-aire de fabricación rusa), y tenían capacidad para hacer entrega de forma inmediata de una muestra de entre 3 y 5 misiles en un país del Este de Europa. Cuando se trataba de cantidades mayores ser entregaban en el país de destino que se eligiera por la propia organización.

El grupo que llevaba las negociaciones para la venta, asentado en Barcelona, fue investigado durante semanas con el fin de determinar los contactos y actividades que mantenían en nuestro país y poder dar una rápida respuesta en caso de que las circunstancias así lo requiriesen.

Finalmente, en junio del año pasado fueron detenidos los cuatro miembros del grupo cuando salían de un céntrico hotel de lujo barcelonés en el que se alojaban, con la intención de abandonar España.