Francisco Javier Castro Villacañas, colaborador de Miguel Bernad y Luis Pineda, declaró al juez que el responsable de Manos Limpias recibió "todo tipo" de presiones "de catedráticos, comisarios de policía o guardias civiles", para retirar la acusación a la infanta Cristina en el caso Nóos.

Castro Villacañas, en su declaración ante el juez Santiago Pedraz tras su detención por el caso Manos Limpias y Ausbanc, reconoce haber hecho "colaboraciones externas" para Ausbanc como periodista, pero niega ser el director de comunicación de Manos Limpias, sindicato al que, sostuvo, solo le unía su "amistad" con Bernad.

El periodista relata ante el juez que Bernad le contó que recibía continuamente visitas de personas, como "catedráticos, comisarios de policía y guardias civiles" que le hacían su valoración sobre si era bueno o no que Manos Limpias mantuviera la acusación a la hermana del rey.

"Me llegó a contar que un general de la Guardia Civil le paró por la calle y le comenzó a insultar y a amenazar", asegura Castro Villacañas, y que un exmagistrado del Tribunal Supremo le dijo que iban a ir a por él y le iban a destrozar la vida.

Castro incluso cuenta que la mujer de Bernad recibió unas fotos en las que insinuaban que su marido mantenía una relación sentimental con Virgina López-Negrete, algo que calificó de "un disparate".

Además, el periodista detalla como Bernad le confesó que entre esas visitas había recibido a un supuesto intermediario que decía que iba de parte del bufete Roca y que le ofreció tres millones de euros por retirar la acusación.

Algo a lo que Castro no otorgó ninguna credibilidad, "le dije que aquello era una barbaridad, que seguramente sería una trampa", manifestó y le sugirió denunciarlo, pero el presiente de Manos Limpias no quiso.

Durante la declaración prestada por el periodista también se escucharon dos conversaciones telefónicas de éste con Luis Pineda en las que hablaban de que el presiente de Ausbanc quería reunirse con Isidro Fainé, presidente de La Caixa.

Castro reconoce que sabía de "la preocupación" de la entidad bancaria por la acusación a la infanta y sostuvo que Pineda "era de la idea de que lo mejor que podía pasar era que se la dejara de acusar".

El periodista quedó en libertad con medidas cautelares tras prestar declaración, mientras Bernad y Pineda se encuentran en prisión desde el pasado 18 de abril, acusados de delitos de extorsión, amenazas, pertenencia a organización criminal, estafa, administración desleal y fraude de las subvenciones.