Alfonso Dastis, una de las caras menos conocidas del nuevo Gobierno de Mariano Rajoy, ha sido sin embargo un hombre clave para España durante los años más duros de la crisis, en los que ha hecho frente a complejas negociaciones como embajador del país ante la Unión Europea (UE).

Durante los meses de espera que Dastis ha pasado en Bruselas pendiente de la formación de un nuevo Ejecutivo para conocer su nuevo destino, pocos imaginaban que este diplomático de larga trayectoria y formación de jurista volvería a Madrid con un asiento en el Consejo de Ministros.

El nombramiento podría haber sido una sorpresa para el propio representante permanente español ante la UE, cargo que ocupaba desde 2011, ya que para acudir a Madrid ha tenido que ausentarse de un evento del cual era anfitrión, organizado a modo de tarjeta de presentación del Real Instituto Elcano en Bruselas.

Con 61 años recién cumplidos, el nuevo ministro ve premiada su ardua labor como una pieza clave para España en la capital europea, donde ha estado al frente de las negociaciones de apartados tan delicados como asuntos económicos y financieros, exteriores, justicia e interior.

En Bruselas, aunque la última palabra la tienen los jefes de Estado y de Gobierno, previo paso por manos de los ministros competentes, el duro trabajo de forjar consensos recae sobre los hombros de los embajadores permanentes como Dastis y sus equipos.

El rescate financiero, la llegada de los refugiados y la gestión de las tensas relaciones entre la Unión Europea y Rusia son sólo algunas de las crisis con las que ha lidiado en los últimos cinco años, una presión que aquellos que lo conocen de hace años dicen que le hizo acentuar su seriedad, pero nunca perder su amabilidad.

Tras más de tres décadas al servicio de la diplomacia española, este jerezano sin apenas acento andaluz es descrito por quienes lo han tratado en Bruselas como un hombre discreto, competente, educado y afable, dotado de un gran sentido del "saber estar".

Fuentes diplomáticas explicaron que es un diplomático técnico que no está afiliado al gobernante Partido Popular, que cuenta con la confianza de Rajoy y que es un hombre "con los pies en la tierra".

"Hay que tener en cuenta que el 80 % de la Política Exterior española pasa por Bruselas", destacan las citadas fuentes, que añaden que Dastis no tiene un perfil muy político pero sí comparte una "determinada visión de la política exterior con el presidente".

Fuentes cercanas al embajador apostillan que, sin duda, Dastis será "menos locuaz y más medido en sus palabras" que su predecesor, José Manuel García-Margallo, y consideraron que desempeñará su nueva labor como un "excelente ministro".

La prudencia de Dastis, que le hacía iniciar sus encuentros con la prensa preguntando primero a los periodistas en tono humorístico en lugar de relatando sus propias experiencias, es juzgada por estas fuentes como prueba de su carácter observador y de su astucia.

A lo largo de su carrera Dastis ha acumulado experiencia europea, dado que formó parte del gabinete internacional del expresidente José María Aznar en asuntos europeos, de la Secretaría General para la UE, fue coordinador de la presidencia española de la UE en 2002 y trabajó en el Tribunal de Justicia de la UE en Luxemburgo al principio de su carrera.

También ejerció como consejero en la Representación Permanente de España ante Naciones Unidas y como embajador de España en el Reino de los Países Bajos.

Le gusta definirse como "un diplomático entre los juristas y un jurista entre los diplomáticos", según dijeron sus colaboradores.

Su mujer trabaja en una firma de abogados, tiene dos hijos -uno casado que vive en Madrid y una hija que vive en Bruselas- y confiesa ser aficionado del Atlético del Madrid, según fuentes consultadas.