La hasta ahora secretaria de Análisis Político y Social de Podemos, Carolina Bescansa, cree que el partido debe "retirarse a las mesas de trabajo y abandonar el debate en los medios de comunicación" para que la pluralidad "siga siendo motor de fuerza y no un problema para el proyecto": "Trabajo, acuerdo, reglas claras y, a partir de ahí, seremos imbatibles", ha señalado.

Así lo ha dicho en declaraciones a los periodistas durante la Asamblea Ciudadana Estatal Vistalegre II donde este fin de semana las bases del partido tienen en sus manos el futuro de la formación y el desenlace de la pugna que desde hace meses protagonizas los dos principales dirigentes: Pablo Iglesias e Íñigo Errejón.

Bescansa anunció hace días que no va a integrarse en ninguna candidatura para aspirar a formar parte de la nueva dirección estatal que salga del Congreso. Como ella, el secretario de Economía, Nacho Álvarez, también ha decidido dar un paso atrás.

Bescansa ha abogado por cumplir el mandato de las miles de personas que, al inicio de Vistalegre II, reclamaban unidad: "Hoy 10.000 personas nos están recordando que la herramienta de cambio está por encima de los dirigentes y tenemos que respetar ese mandatos de la gente", ha recalcado, incidiendo en que a partir del lunes el partido debe "salir del espectáculo" y volver a "la normalidad".

En esta línea, ha defendido la capacidad de Podemos para acordar "una reglas mínimas de juego" que les permita "seguir construyendo desde la unidad", algo que, a su juicio, la dirección de Podemos no ha sabido hacer hasta ahora.

"OBLIGADOS A NO DECEPCIONAR"

Según ha defendido, en Podemos van a "ser capaces" de conseguir esa unidad porque están "obligados a no decepcionar" y a "no frustrar" la opción de cambio político. Y sostiene que arrimarán "hombro" para ello, al mimo tiempo que cree que en el proyecto "nadie sobra".

En esta misma línea se ha pronunciado Álvarez, que ha subrayado que Podemos no pertenece "ni a los dirigentes ni a los fundadores", sino a la gente. Asimismo, Bescansa ha advertido de que una "de las características de la vieja política era no escuchar y, posiblemente, ese fue el principio de su fin".