La Fiscalía pide una pena de 11 años de cárcel para el exdirector del Centro Niemeyer Natalio Grueso por presuntas irregularidades durante su etapa al frente de esta infraestructura de Avilés, relacionadas con la emisión de facturas falsas o manipuladas por valor de cientos de miles de euros.

El Ministerio Público acusa a Grueso, para el que también pide diez años de inhabilitación para contratar con la administración pública y una multa de 24.000 euros, de los delitos continuados de malversación en concurso medial con falsedad, otro societario y un tercero de insolvencia punible, por los que afronta seis, tres y dos años, respectivamente.

La Fiscalía, que ya ha remitido el escrito al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Avilés, también pide penas de entre dieciocho meses y ocho años de prisión para los otros cuatro acusados.

Este caso se abrió para investigar supuestas irregularidades en la contabilidad de la primera etapa del Centro Cultural Oscar Niemeyer, del que Natalio Grueso fue director desde 2007 hasta marzo de 2012, cuando renunció para incorporarse como director de programación de artes escénicas del Ayuntamiento de Madrid.

En la causa abierta a raíz de una denuncia presentada en 2012 por la entonces consejera de Cultura y presidenta del Patronato Oscar Niemeyer, Ana González, también están acusados el ex jefe de producción del centro Marc Martí, el ex secretario José Luis Rebollo, la exmujer de Natalio Grueso, y un agente de viajes.

La Fiscalía sostiene que Grueso realizó "durante toda su gestión" una serie de gastos, "unos totalmente ajenos al fin de la Fundación, por ser eminentemente de tipo personal de ocio, y en todo caso, ajenos al objeto de la misma, y otros, de dudosa vinculación", que cargó al presupuesto de la Fundación.

Para ello se concertó con un trabajador de la agencia de viajes de El Corte Inglés, J.M.V, para crear facturas "totalmente falsas" y otras alteradas para que no constaran en las cuentas anuales o se reflejasen bajo conceptos ficticios.

Este empleado afronta ocho años de cárcel por un delito de estafa y otro de malversación en concurso medial con otro de falsedad.

El Ministerio Púbico llama la atención sobre el hecho de que Grueso se encargó personalmente "de toda la gestión de la incipiente Fundación", al contar hasta principios del 2012 "con la absoluta confianza" del Patronato que, "en dejación de unas correctas funciones de supervisión y control económico, solo prestó atención a las de carácter cultural".

La Fiscalía detalla en su escrito un gran número de facturas en las que se omitió "la verdadera motivación que motiva el cargo" o se encubrió fechas o clientes, muchas de ellas relativas a viajes de personal ajeno a la Fundación, incluida la exmujer de Grueso, que afronta una pena de dos años y medio de cárcel.

Considera que Grueso también se ayudó del exsecretario, que afronta dos años y tres meses de cárcel por un delito societario, para tratar de presentar al Patronato unas cuentas lo más saneadas posibles y "ocultar el concepto de los gastos reales".

La Fiscalía también pide 18 meses de prisión para el ex jefe de producción, amigo de Grueso, por malversación al haber recibido 9.000 euros de una de las cuentas de la Fundación Niemeyer.

Sólo en el ejercicio 2007, la Fiscalía identifica en el balance de situación unos gastos de más de 142.000 euros con el respaldo de de facturas "manipuladas" en colaboración con el exempleado de la agencia de viajes.

El Ministerio Público constata otros 152.600 euros "sin correlato ninguno" en 2008 y advierte de que en años siguientes se siguieron contabilizando gastos sin que "los soportes de facturas" fuesen auténticos "en muchos casos".

La Fundación sufrió un "desbarajuste contable" en el que se trató de ocultar los gastos reales, y que llevó a la entidad a registrar en 2010 un déficit de 283.802 euros, aunque la Fiscalía sospecha que ya sería "mayor" debido a que, por otro lado, se dejaron de contabilizar facturas válidamente emitidas.

Además, llegó a acumular una deuda con la agencia de viajes de más de 543.000 euros debido a que se dejaron de contabilizar facturas debidamente emitidas.

La Fundación acabó el ejercicio 2011 con un patrimonio neto negativo de 2,8 millones, lo que llevó finalmente al Patronato a solicitar el concurso voluntario de acreedores, una situación que superó en 2013.

Sólo en 2011, la Fundación recibió una subvención finalista del Principado de 1,15 millones de euros y otra de 235.000 euros por parte del Ministerio de Cultura.