Lourdes Cavero, mujer del expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González, afirmó ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón que el matrimonio "nunca" manejó dinero negro, aunque se ha desvinculado de los negocios del presunto cabecilla de la trama Lezo afirmando que en el domicilio familiar no se habla de ese tipo de cosas.

Cavero, que fue consejera de Caja Madrid, respondió a las preguntas de su letrado y del fiscal del caso, Carlos Yáñez, durante los cerca de 25 minutos que duró el interrogatorio en dependencias judiciales. El juez le imputa delito de blanqueo de capitales a ella y su marido, en prisión desde el pasado 21 de abril por su implicación en el presunto desvío de fondos del Canal de Isabel II.

Fue interrogada por los negocios que puso en marcha, como una gestora de guarderías

Cavero fue interrogada por los negocios que puso en marcha, como una empresa de gestión de guarderías y cuyo capital, dijo, provenía de los socios de la misma. Igualmente señaló que ese proyecto no llegó a desarrollarse porque se puso en marcha en enero, apenas tres meses antes de que estallase la operación.

Del mismo modo respondió cuando le preguntaron por su labor en calidad de presidenta de subastas Segre, empresa que también fue registrada por los investigadores al inicio de las pesquisas. En todo momento Cavero insistió en que sus negocios eran legales y que ni ella ni su marido manejaron dinero en "B".

El juez de la Audiencia Nacional que comenzó la instrucción de la trama, Eloy Velasco, dijo en el auto de prisión de González que éste, su hermano Pablo -también imputado- y su esposa pusieron en marcha varios negocios con el objetivo de aflorar el "dinerillo B" de que disponían y que tenía "origen ilícito".