"La república catalana ha ganado a la monarquía del 155. Que lo entiendan bien, que tomen nota". Así, rotundo, se expresó anoche el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, quien consideró indiscutible el resultado de los comicios. Las palabras del cabeza de lista de Junts Per Catalunya (JuntsxCat) llegaron en una rueda de prensa en Bruselas, durante una primera valoración conjunta como anterior Gobierno regional -sin valoraciones como cabeza de lista de JuntsxCat-, a la que también asistieron los exconsejeros que están con él en Bélgica: Toni Comín, Meritxell Serret, Lluís Puig y Clara Ponsantí.

Puigdemont felicitó a los catalanes por "otra lección de civismo y democracia" con una participación récord y recordó a los miembros de su Gobierno, en general, y a los soberanistas encarcelados. También dijo que las elecciones reflejan que se mantiene la legitimidad de la Generalitat, mientras que "el Estado español ha sido derrotado". Pidió, además, la suspensión del 155.

Con el escenario de incertidumbre que se abre, el Consejo de Ministros analizará hoy los resultados en su penúltima reunión del año, que se celebrará en el Palacio de la Moncloa y será presidida por el presidente nacional, Mariano Rajoy, y a ella está previsto que asistan todos los ministros.

¿Qué dicen el resto de los cabezas de cartel a las elecciones catalanas? La de Ciudadanos (Cs), Inés Arrimadas, afirmó que los catalanes votaron ayer en las elecciones autonómicas por la "unión", la "convivencia" y la "solidaridad". Además, resaltó que ayer quedó "más claro que la mayoría social de los catalanes está a favor de la unión", por lo que los independentistas "nunca más podrán hablar en nombre de Cataluña". "Hoy hemos apostado por la unión de todos los catalanes, hemos votado para unir, a favor de la convivencia, del sentido común y de una Cataluña para todos", sostuvo.

Con respecto a otra de las formaciones independentistas -ERC-, Marta Rovira mantuvo que "la república ha ganado al artículo 155" y exigió a Rajoy que acepte negociar el proceso soberanista, ya que los catalanes lo han vuelto a avalar en las urnas.

El candidato del Partido Socialista Catalán (PSC), Miquel Iceta, instó a las fuerzas independentistas a "descartar de forma rotunda la vía unilateral e ilegal" tras unas elecciones en las que ha admitido no haber logrado el objetivo que los socialistas perseguían, a pesar de haber mejorado resultados. Junto a lo anterior, felicitó a Arrimadas y a Ciudadanos por "su victoria en votos", al tiempo que apuntó que "la mayoría independentista en escaños se ve matizada por su retroceso respecto a las elecciones de 2015 y que no ha alcanzado la mayoría de votos emitidos". Se trata de un hecho que, a su juicio, "debería marcar la legislatura", ya que "la mayoría parlamentaria habilita a investir un presidente y un Govern que han de actuar en el marco de la legalidad constitucional y estatutaria vigente".

El candidato de Catalunya en Comú-Podem (CatECP), Xavier Domènech, admitió que los ocho diputados que obtuvo la formación "no es el resultado esperado", y pidió a la izquierda que abra una reflexión ante la mayoría de derechas que han refrendado las elecciones. En una intervención ante más de un centenar de militantes, Domènech remarcó la "participación masiva" y la circunstancia de que se ha movilizado especialmente el voto de "las partes olvidadas por las políticas de la Generalitat en los últimos años".

Desde la CUP, Carles Riera, defendió que "la república del 1-O ha ganado" y reconoció que su formación política obtuvo un mal resultado, pero que harán valer sus cuatro escaños.

Por último, el cabeza de lista del PP a las elecciones catalanas, Xavier García Albiol, aseguró que el mal resultado que cosechó su candidatura es "sobre todo malo para el futuro de Cataluña", al tiempo que vio con preocupación la mayoría indepedentista en el Parlament. En una declaración sin aceptar preguntas de los periodistas en la noche de este jueves, desde el hotel donde los populares siguieron el escrutinio, reconoció que los tres diputados obtenidos son un resultado muy malo: "No nos podemos sentir ni mucho menos orgullosos".