Los partidos independentistas, JuntsxCat, ERC y la CUP, revalidan la mayoría absoluta que tenían en la anterior legislatura en el Parlament con 70 escaños (dos menos que en las elecciones de 2015) y suman el 47,57% de los votos, con el 98% escrutado.

JuntsxCat obtiene 898.546 votos, el 21,70%; ERC 887.739 votos, el 21,44%, y la CUP 183.632, el 4,43%, logrando revalidar resultados en unos comicios que se plantearon como un aval al proceso independentista o a la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

Sin embargo, fue la candidata de Cs, liderada por Inés Arrimadas, la más votada, con 1.091.727 votos, siendo la que obtiene mayor número de escaños, 37.

En las elecciones celebradas el 27 de septiembre de 2015, en las que ERC y CDC se presentaban juntos en la coalición JxSí, obtuvieron 62 escaños y un 39,59% de los sufragios. Sumando a la CUP, lograron 72 diputados a favor de la independencia de Catalunya y un 47,85% de los votos, sin superar el umbral del 50% de los sufragios, aunque logrando así la mayoría absoluta en el Parlament (mínimo 68 diputados).

En esas elecciones JxSí logró 1.628.714 votos y la CUP 337.794 de los 4.130.196 catalanes que acudieron a las urnas (el 74,05% de los llamados a votar).

Las dos fuerzas que configuraban en la anterior legislatura JxSí, CDC y ERC, obtienen en estos comicios más diputados concurriendo por separado.

Carles Puigdemont, ya en Bruselas, quiso configurar una lista independentista conjunta, pero tanto ERC como la CUP se desmarcaron de esta iniciativa, prefiriendo concurrir por separado, lo que a la coalición le ha salido más rentable electoralmente.

Así, finalmente se presentó la denominada "llista del president", con JuntsxCat, en el que Puigdemont, como cabeza de lista, incorporó a consellers de su gobierno (Quim Forn, en prisión en Estremera), independientes y pocos representantes de su partido, PDeCAT. Oriol Junqueras, exvicepresidente del Govern, también en prisión provisional por decisión del Tribunal Supremo (TS), concurrió con su partido, ERC, aunque incorporó a Carme Forcadell y Raül Romeva (independientes en JxSí) en su lista.

Por su parte, la CUP renovó la mayor parte de su lista y contó con Carles Riera y María Sirvent al frente de Barcelona, repitiendo nombres como el de Mireia Boya, que es cabeza de lista en Lleida.

En esta legislatura, los partidos independentistas plantearon la celebración de un referéndum sobre la independencia de Catalunya, la implementación de las denominadas "leyes de desconexión", que se aprobaron, y la puesta en marcha de la república catalana.

La legislatura quedó truncada con la aplicación del artículo 155 de la Constitución por parte del Gobierno de Mariano Rajoy tras la proclamación de la república en el Parlament el 27 de octubre, tras celebrarse el 1 de octubre el referéndum, suspendido por el Tribunal Constitucional.

Los partidos constitucionalistas (Cs, PSC y PP) consiguieron sumar 56 escaños en total, cuatro más que los 52 que representaron los tres partidos en 2015, aunque se quedan a 12 diputados de la mayoría absoluta. El partido con mejores resultados fue Cs, con 37 diputados, situándose como primera fuerza, mientras que el PSC se quedó con 17 (uno más que en 2015) y el PP perdió ocho escaños, hasta los tres, lo que deja a los populares sin grupo propio en el Parlament y compartiendo el grupo mixto con la CUP.

La participación alcanzó un récord histórico al rozar el 82 por ciento del censo, en unos comicios caracterizados por una fuerte polarización del electorado. Esta cifra supone un aumento de siete puntos con respecto a las autonómicas de 2015, cuando ya batió las marcas anteriores con el 74,95 por ciento.