La Sagrada Família ha instalado diez escáneres y arcos de detección de metales en la entrada del templo para "reforzar la seguridad de los visitantes y de los propios trabajadores", según ha informado este miércoles en una rueda de prensa en el templo el director general de la Fundación, Xavier Martínez.

Los dispositivos de detección, que funcionan desde el 1 de enero y son similares a los que hay en los controles de seguridad de los aeropuertos, representan la última actuación contemplada por el plan de seguridad estratégico de la organización, gestado en colaboración con los Mossos d''Esquadra desde hace un año.

"La instalación de los dispositivos no se debe a los atentados de verano", ha puntualizado el director de Seguridad y Operaciones del templo, Marc Martínez, también presente en la rueda de prensa, y que ha querido desvincular las nuevas medidas del terrorismo yihadista.

El director general, Xavier Martínez, ha recordado que "antes el control de seguridad se hacía visualmente y este no permitía ejercer una vigilancia estricta" de todos los elementos que se entraban en el templo.

COLAS Y CEREMONIAS MÁS FLUIDAS

En este sentido, Marc Martínez ha añadido que las nuevas medidas de seguridad también agilizaran la entrada de los visitantes ya que "permitirán absorber una capacidad de entrada de unos 1.500 visitantes por hora".

Martínez también ha garantizado que tampoco se verán afectadas las celebraciones litúrgicas, en las cuales la afluencia de visitantes se eleva a los 3.000.

"En total hay diez escáneres y arcos de detección, cuatro destinados a las visitas en grupo y seis a las visitas individuales, y en las ceremonias se utilizaran todos", ha dicho el director de Seguridad.

INVERSIÓN

La actuación ha comportado una inversión de 2.000.000 de euros y también un incremento de personal de seguridad, el cual se ha incrementado en una docena de efectivos.

En la actualidad, una cuarentena de personas se encarga de vigilar el templo día y noche en distintos turnos de vigilancia.