El exministro José Manuel García-Margallo ha explicado este jueves que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, deberá convocar elecciones catalanas si no hay un candidato a la Presidencia de la Generalitat que respete al Tribunal Constitucional (TC), que ha prohibido una investidura a distancia y sin permiso judicial de Carles Puigdemont (JxCat).

"O los independentistas proponen a un candidato libre de hipotecas judiciales que pueda formar un Gobierno estable y duradero en el tiempo o el presidente Rajoy, como presidente de la Generalitat, se vería forzado a disolver el Parlament y convocar nuevas elecciones" en Catalunya, ha dicho en una entrevista de TV3 recogida por Europa Press.

Y ha avisado de que una investidura "en contra del TC constituye un acto de rebeldía y de desobediencia, un espectáculo que no es tolerable" y que no se va a validar en ningún caso.

Margallo ha señalado que la actual situación parlamentaria "no se puede dilatar eternamente" y que debe resolverse con un candidato que cumpla con la ley y que esté libre de procesos judiciales que puedan inhabilitarle: lo contrario llevará inevitablemente a unas nuevas elecciones.

"Si ficha a un jugador de fútbol, procurará tener a un señor al que no le inhabiliten al cabo de cuatro meses", una lógica que también debe aplicarse a la política, pues Margallo cree que el candidato alternativo a Puigdemont no debería ser alguien que pueda acabar inhabilitado.

Ha señalado que, "lo más probable" es que haya inhabilitaciones de políticos encausados teniendo en cuenta los antecedentes judiciales que hay en el proceso independentista, y ha defendido que los jueces son independientes y que su actuación no cuenta con intromisiones políticas.

Sobre los mensajes telefónicos en los que Carles Puigdemont traslada al diputado de ERC Toni Comín que el proceso independentista se ha acabado, Margallo ha señalado que "el proceso llevaba muerto bastante tiempo y lo único que se ha hecho es certificar su defunción".

Y lo ha argumentado explicando que para que un proceso de independencia sea efectivo se necesita el control de las fronteras y reconocimiento internacional, algo que nunca ha ocurrido en el caso de Catalunya.

RECONCILIACIÓN

Margallo ha abogado por "parar en el camino y rectificar los errores que unos y otros" han cometido, y por abrir una nueva etapa de reconciliación que permita mejorar el encaje de Catalunya en el resto de España.

Y ha defendido que "no hacer nada es la peor de todas las soluciones: el separatismo debe abandonar su ensoñación y nosotros tenemos que buscar una conciliación y recuperar una idea de España que sea atractiva".

"Hay que dar paso a un marco más estable que permita parar el proceso de empobrecimiento que está sufriendo Catalunya, se trata de entendernos y querernos", ha señalado.