La llamada "Declaración de Arnaga", conclusión del encuentro internacional sobre el fin de ETA celebrado en Cambo-les-Bains (Francia), saluda la desaparición de la organización terrorista y aboga por acometer la "reconciliación" en un País Vasco que, a su juicio, aún precisa de una "solución global justa y duradera".

Las conclusiones de este encuentro apuntan a "asuntos importantes por resolver" y citan en primer lugar "el de los presos y las personas que se encuentra huidas", al tiempo que reclama "más esfuerzos para reconocer y asistir a todas las víctimas".