El candidato a presidir el PP y exministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha advertido hoy de que si se plantea el Congreso extraordinario del partido "como una guerra de las Dos Rosas o una entre los Montesco y los Capuleto" entonces se conseguirá una "fragmentación" del partido.

En declaraciones a los periodistas antes de presentar los avales para plantear su precandidatura en la sede del PP, García-Margallo ha asegurado que tiene cerca de 500, de todas las partes de España, aunque sobre todo de su tierra, Alicante, y que cuenta también con el apoyo de algunos exministros, sin especificar quiénes.

Ha dicho que lo tienen que decir ellos "si quieren", pero ha aclarado que cuenta con un grupo de amigos en este ámbito "relativamente numeroso, bastante inteligente y muy reformista".

También ha considerado "lógico" que varios exministros hayan expresado ya su apoyo públicamente, como Íñigo de la Serna por Soraya Sáenz de Santamaría, algo que le parece "legítimo" si conoce su programa y cree que es el bueno para España.

Margallo ha asegurado que con su candidatura quiere ir "hasta el final", pero va a ver qué pasa con la militancia y después, cuando queden dos candidatos, verá cuál de los dos presenta el programa "más parecido" al suyo. Se ha mostrado dispuesto a acordar con quien tenga "el mejor proyecto para abrir el partido y regenerarlo".

En todo caso, ha indicado que este proceso de renovación "no es un concurso de belleza" y es necesario debatir sobre ideas, para lo que se ha mostrado dispuesto a participar en todos los debates que se organicen entre candidatos.

Ha negado que pretenda presentar una candidatura "contra nadie", aunque también ha puntualizado que no se trata de elegir solo al próximo presidente del partido, sino al próximo presidente del Gobierno.

Por último, ha informado de que ha solicitado al partido que mantenga las sedes abiertas este fin de semana para que los militantes puedan inscribirse para votar, y ha avisado que en un momento de "casi emergencia nacional" como este "no vale la pasividad, el silencio o desentenderse".