El Gobierno ha decidido dejar en suspenso la aprobación de la senda de estabilidad para 2019-2021, que fue rechazada por el Congreso en julio, hasta concretar la reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria que acabará con la capacidad de veto del Senado a los objetivos de déficit.

Fuentes gubernamentales han explicado a EFE que el Ejecutivo está "explorando" las vías legales que permitirán modificar la Ley de Estabilidad y que mientras tanto ha optado por parar la aprobación de la senda de estabilidad, que estaba prevista para mañana.

Las mismas fuentes han hecho hincapié en que el Gobierno sigue manteniendo su senda -frente a la anterior del PP más restrictiva-, que establece unos objetivos de déficit del 1,8 % del PIB para 2019, del 1,1 % para 2020 y del 0,4 % para 2021.

"La senda ya ha sido aprobada por el Consejo de Política Fiscal y Financiera", dicen desde el Gobierno, e inciden en que también lo hará la Comisión Nacional de Administración Local (CNAL), por lo que será la misma que se someterá a aprobación parlamentaria cuando se lleve al Consejo de Ministros.

El anuncio de un pacto para la reforma de la Ley de Estabilidad, hecho ayer por Podemos tras la reunión mantenida con el Ministerio de Hacienda, ha allanado el camino para la futura aprobación de los objetivos de déficit del Gobierno socialista, que aún no ha definido cómo sorteará legalmente la mayoría absoluta del PP en la Cámara Alta.

Podemos explicó ayer que solo el Congreso votará la senda de estabilidad, pero desde el Ejecutivo apuntan a que también se podría dar al Congreso la capacidad de levantar el veto del Senado, como ocurre con las tramitaciones de leyes con carácter general.

La Ley de Estabilidad prevé que, en caso de rechazo a los objetivos en el Congreso o el Senado, el Gobierno tiene que presentar una nueva senda en el plazo de un mes, aunque el Ejecutivo considera que el hecho de que se vaya a reformar cambia las cosas.