La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha expresado su "cariño, solidaridad y apoyo" con el guardia fluvial de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) que fue retenido por un grupo de vecinos cuando realizaba labores de supervisión y control de pozos ilegales en el municipio onubense de Lucena del Puerto y ha defendido la importancia de "fortalecer la vigilancia ambiental y, entre otras actuaciones, clausurar los pozos ilegales cuanto antes".

Ribera se ha pronunciado de este modo a través de su cuenta de Twitter después de que la CHG reclamase este martes la colaboración institucional de la Subdelegación del Gobierno en Huelva y del Ayuntamiento de Lucena para el cierre de 77 pozos ilegales del municipio, tras "la retención sufrida por uno de sus guardas fluviales a manos de un grupo de vecinos, en el ejercicio de estas funciones" el pasado viernes 21 de septiembre, que tuvo que llamar a Guardia Civil y 112 al sentirse acosado en su coche oficial.

"Todo el cariño, solidaridad y apoyo con el agente agredido", ha publicado la ministra en la citada red social, donde ha añadido que "lo ocurrido pone de manifiesto la importancia de fortalecer la vigilancia ambiental y, entre otras actuaciones, clausurar los pozos ilegales cuanto antes".

En un comentario posterior, Ribera asegura que el trato recibido por el agente fluvial es "completamente intolerable en cualquier circunstancia y con respecto a cualquiera", pero subraya que "es muy doloroso comprobar que aquí también los defensores del medio ambiente son hostigados de esta manera".