La ministra de Justicia, Dolores Delgado, comparece hoy en la Comisión de Justicia de la Cámara Baja para explicar su relación con el excomisario José Manuel Villarejo, una polémica por la que ayer noche pidió su dimisión el pleno del Congreso.

Delgado solicitó acudir al Congreso tras las críticas que suscitó la difusión en el digital moncloa.com de una conversación grabada en 2009, cuando ella era fiscal y compartió una comida con su amigo Baltasar Garzón, Villarejo y otros cargos policiales.

La oposición la ha acusado de mentir por decir primero que no había tenido "relación de ningún tipo" con Villarejo y reconocer después que habían coincidido en "algún evento", y también por el lenguaje utilizado en aquella comida.

Ella ha explicado que en sus veinticinco años como fiscal recuerda haber coincidido con el excomisario en tres ocasiones, junto a otros mandos policiales o cargos judiciales y fiscales, y ha alegado en su defensa que Villarejo, hoy en prisión preventiva, era entonces un policía valorado y condecorado.

Pero ese vínculo con el que es considerado uno de los mayores exoponentes de las "cloacas de Interior" llevaron ayer a Podemos, principal aliado del PSOE, a abstenerse en el pleno del Congreso cuando el PP pidió su dimisión, lo que favoreció que la iniciativa saliera adelante.

Delgado ya había sido reprobada además el pasado 25 de septiembre por el Senado, donde el PP cuenta con mayoría absoluta.

Junto a su relación con Villarejo, el PP y Ciudadanos exigen la dimisión de la ministra por su gestión ante la demanda presentada en Bélgica contra el juez instructor del "procés", Pablo Llarena, por varios dirigente independentistas fugados, al considerar que intentó dejarlo abandonado a su suerte.