El portavoz parlamentario del PPC y aspirante a liderar el partido, Alejandro Fernández, ha asegurado que impulsará un "rearme ideológico y programático" para "remontar" electoralmente en el "posproceso" soberanista y ha abogado a medio plazo por una reunificación de la derecha española, incluida Vox.

En una entrevista, Fernández ha desgranado los ejes de su proyecto de candidatura a presidir el PP Catalán, después de que esta semana anunciara su intención de concurrir a las primarias para relevar a Xavier García Albiol al frente del partido.

"Tengo un proyecto de partido y para Cataluña. He dado un paso de esta naturaleza cuando he tenido la sensación de que, entre las bases y la militancia, había una sensación muy generalizada de que tenía el apoyo para dar ese paso", ha argumentado.

Sin negar su "amistad y complicidad política muy grande" con el actual líder del PP, Pablo Casado, Fernández ha dejado claro que no procede de ninguna "familia poderosa" ni nadie le ha puesto "nunca a dedo", por lo que será la militancia quien le "hará presidente".

En caso de vencer en el congreso previsto para noviembre, espera llevar a cabo un "proceso de rearme ideológico y programático" tras años de "enorme erosión", porque el ''procés'' ha "perjudicado" al PP, al tener que "gestionar desde el Gobierno una situación que rompía el pacto constitucional".

Esta "reafirmación" del proyecto popular consistirá, primero, en dar "una batalla pacífica de las ideas contra el separatismo como ideología e intentar demostrar que la nuestra es mejor" y, en segundo lugar, en reafirmar los "valores liberal-conservadores".

"El partido debe estar perfectamente preparado en ese escenario posproceso, en el que ya no se hablará tanto del eje nacional, sino del programático o de valores. Debemos adelantarnos a los acontecimientos y estar preparados", ha planteado.

Fernández ha explicado que una de sus prioridades fundamentales es "la recuperación anímica" de las bases populares y ha dejado claro que no pretende entrar en "competición con Ciudadanos".

Aunque, a su juicio, "no se trata de competir, sino de ser capaces de derrotar al separatismo", ha avisado de que el PP debe "demostrar que es mejor para hacerlo".

Sobre la irrupción de Vox, ha insistido en que "para ganar a los adversarios políticos hay que ser mejores. No hay que etiquetarlos ni atacarlos, sino intentar hacer las cosas mejores y ver si, a medio plazo, somos capaces de reunificar a la derecha española".

En este sentido, ha recordado que en los años 90 José María Aznar "fue capaz de reunificar a la derecha española en lo ideológico y lo territorial", una "operación de gran alcance" que está convencido que también será "el legado" de Pablo Casado en un futuro.

Pero ha admitido que, "a corto plazo", es difícil que esta reunificación se pueda producir, sobre todo en "un escenario tan sentimentalizado en lo político" por el proceso separatista", en el que "es hasta cierto punto lógico que irrumpan opciones como Vox".

Precisamente sobre Aznar, ha reivindicando el "legado indiscutible" del expresidente del Gobierno y ha celebrado que "afortunadamente el tiempo pone las cosas en su sitio": "Un partido político fuerte es aquel capaz de aglutinar los distintos legados. Un PP fuerte tiene en su legado a Aznar y a Mariano Rajoy".

Con su candidatura de "integración" para pilotar el PPC, Fernández quiere "hacer más eficaz la organización del partido" e impulsar una "renovación" de caras, manteniendo a la vez en la dirección a personas que "han aportado y seguirán aportando".

Para Fernández, "sería un error prescindir de los mejores valores del partido", como García Albiol, el secretario general del PPC, Santi Rodríguez, o el exdelegado del Gobierno en Cataluña Enric Millo, "una persona absolutamente necesaria para nuestro proyecto".

Por último, preguntado por si contempla una lista de confluencia con el exprimer ministro francés Manuel Valls en Barcelona, no lo ha descartado por ahora, si bien ha hecho algunas puntualizaciones.

"Lo que más me preocupa -ha dicho- es que miles de barceloneses que creen que la seguridad ciudadana es fundamental, que el civismo es irrenunciable, que quieren una ciudad limpia, ordenada, con impuestos razonables, que respete la propiedad privada y no sea la capital mundial de los manteros, que esos miles de barceloneses tengan una oferta política que les represente en esas elecciones."

"Esa oferta política", ha añadido, "la da el PP seguro. La puede dar en solitario o con fórmulas distintas. Hay que ver hacia dónde se dirigen otras ofertas. Si no respetan ese ideario, difícilmente podrá haber encaje. Lo fundamental es que esos barceloneses sientan que el PP no les dejará tirados y sus ideas estarán presentes en el Ayuntamiento. Luego ya veremos cómo se canaliza".